La película de la semana: Dolor y gloria
A más de 40 años de dirigir su primera película , y con 22 largometrajes en su haber, Pedro Almodóvar se ha convertido en un referente del cine mundial en nuestros días. Por ello, y por los rumores sobre la fuerte carga autobiográfica de la historia, el estreno de “Dolor y gloria” en el festival de cine de Cannes de este año se convirtió en uno de los más esperados del certamen.
Como suele suceder con todo lo relacionado con el cine que sale de la cabeza del artista manchego las expectativas se cumplieron y, además de una obra profundamente personal, la calidad de la interpretación de Antonio Banderas le conseguiría el premio a mejor actor del festival.
Personal y sincera, sutil y elegante, “Dolor y gloria” no deja de ser una historia profundamente “almodovariana” aunque se desmarque de los excesos y estridencias que hicieron famoso a su director alrededor del mundo. Así, lo nuevo del maestro del “camp” y los personajes grotescos resulta una cinta llena de un buen gusto y delicadeza que demuestran gran madurez y oficio. Al parecer, algo indispensable para confesarse ante el público internacional y enfrentarse con los miedos y fantasmas del pasado.
El cine dentro del cine, el retrato de quienes lo hacen y una reflexión sobre el primer amor, el deseo y la creación contados en primerísima persona. Por eso y más merece la pena ver “Dolor y gloria”.