La música como reivindicador social: entrevista con Cristian Maria Carpio
La Orquesta y Coro Intercultural de León (OCIL) se presentó en el marco de la Feria Nacional del Libro de León, Gto., de la mano de su director Cristian Maria Carpio.
Esta orquesta tiene como objetivo la investigación, creación y difusión del patrimonio musical en diversos contextos multiculturales, dando reconocimiento a compositores y compositoras, artistas e intérpretes que por alguna razón han sido discriminados o excluidos del panorama musical.
En esta ocasión presentaron arreglos orquestales de música purépecha y náhuatl de diversas regiones del país, que buscan perpetuar la música tradicional de cada región, labor que requiere un poco más que solo talento musical, así nos lo platicó Cristian Maria Carpio:
“Mi compañero Oliver López, realizó varias misiones entre 2015 y 2016 en Michoacán, Milpa Alta y a la zona de la huasteca potosina, rescatando y grabando música para hacerle los arreglos pertinentes, debutando las piezas con nuevos arreglos en 2017.
El realizar los arreglos a esta música ha sido muy difícil, debido a que por lo mismo que sus compositores son eclipsados y olvidados, a veces es difícil obtener los permisos de la familia. Algunos de los pueblos de donde los sacamos, esta música suena a diario, pero fuera de sus lugares de origen no los conocen y ese es otro gran reto.
Ha sido complicado porque además tienes que ver qué arreglos meter, porque al principio éramos nadamas unas cuerdas y cinco coristas. Cada vez que entra un instrumento nuevo tenemos que ir modificando estos arreglos, lo cual nos lleva entre 10 y 15 horas, para arreglar, revisar y mandar las obras a los músicos”.
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Esta orquesta ha sido conformada por varias generaciones de músicos que han hecho de esta orquesta una de las más prometedoras de la región.
“Hay muchos músicos de la Universidad de Guanajuato, tenemos un convenio con la UG, entonces muchos de los chicos son gente que está haciendo su servicio social o prácticas profesionales.
Además, hemos realizado una serie de audiciones para que entren a nuestra orquesta, hemos tenido tres rotaciones de instrumentos hasta el momento, la última que es la que tenemos al día de hoy, es la más sólida que hemos tenido, gracias a su compromiso y esfuerzo”.
Pero el realizar los arreglos pertinentes para cada instrumento no es fácil, más cuando se pretende conservar la esencia de cada pieza, por lo que se debe de adaptar cada instrumento e incluso sustituirlo de ser necesario:
“Hay unas cornetitas que tuvimos que adaptar a las trompetas y los metales, así como las vihuelas y los guitarrones, los mandamos al bajo y a la guitarra, hemos tratado de que el timbre no se pierda tanto, aunque afortunadamente eso ha ayudado a que el ambiente se sienta diferente, nada metropolitano, es muy bonito”.
La recepción por parte de los compositores e incluso de la familia de los mismos, ha sido variada, pues es importante recordar que muchas de estas piezas son originarias de pequeñas comunidades, en donde las tradiciones juegan un papel fundamental en la cosmovisión de la sociedad.
“Hemos tenido pros y contras, algunos se sienten un poco ofendidos por las adaptaciones que les hemos hecho, pues creen que se modificaron las piezas y ya no suenan igual.
Por otra parte, y por ejemplo, la familia de un compositor que se llama Lino Balderas que falleció hace tiempo, está encantada porque esta persona murió en la soledad y en la pobreza y el recuperar sus composiciones, los ha hecho muy feliz”.
La posibilidad que nos brinda esta orquesta es única y los beneficios son muchos, más allá del hecho de aumentar instrumentos o no, la conservación de piezas musicales regionales, obra de compositores desconocidos, es fundamental para enriquecer la cultura y puedan ser escuchadas más allá de su propia comunidad.
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