En el marco del 50 aniversario del Festival Internacional Cervantino, la Compañía Nacional de Ópera del Instituto Nacional de Bellas Artes presentó en el escenario del Teatro Juárez, la obra de Ígor Stravinski La Carrera de un Libertino, obra basada en las pinturas y grabados del artista de William Hogarth que tuvo su estreno en Venecia, el 11 de septiembre de 1951.

Esta nueva producción sale totalmente de los convencionalismos de la ópera clásica, misma que sorprende por su capacidad de transformar una pieza contemporánea en un ejercicio creativo que presenta a la ópera de una nueva forma.

El reparto lo conforman el soprano Emilio Pons (TomRakewell), Marina Monzó (Anne Trulove), Thomas Dear (Nick Shadow), Carla López Speziale (Baba la Turca), Armando Gama (Trulove), Gabriela Thierry (Mamá Ganzo), Andres Carrillo (Sellem) y José Manuel Caro (Custodio del manicomio).

La Carrera de un Libertino narra la historia de Tom Rawell, un joven enamorado de Anne Trulove, que desea casarse con ella, pero él es muy pobre. Pero su vida cambia cuando conoce a Nick Shadow quien le informa que ha heredado una cuantiosa fortuna de un tío lejano.

Los accesos, las aventuras de una nueva llena de lujos, la diversión y el desenfreno llevan a Tom a caer en una espiral de infortunios, hasta que Shadow revela su verdadera identidad para reclamar el alma de Tom Rawell.

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Esta ópera constituye el regreso de la compañía a los escenarios con un montaje amplio, post pandemia, en la que se cuenta con una Orquesta en vivo en el foro y por momentos a más de 20 actores y cantantes en escena.

Actualmente, la Ópera de Bellas Artes integra a la Compañía Nacional de Ópera y al Estudio de la Ópera de Bellas Artes, al tiempo que buscan contribuir en la formación de públicos, por tanto, esta ópera constituye un nuevo esfuerzo por la difusión de este género.

La Carrera de un Libertino constituye un aire fresco para la ópera, que a pesar de conservar la maestría de la música clásica de Stravinski, podemos observar interpretaciones escénicas únicas que harán que los espectadores no solo se introduzcan en el género, sino que mantengan su atención y hasta rían con las ocurrencias de los intérpretes durante las casi tres horas que duran los tres actos y un epílogo.

A lo largo de su existencia, la Compañía Nacional de Ópera ha realizado numerosos estrenos mundiales y se ha posicionado como una de las principales exponentes de la lírica en el continente americano, por lo que este montaje no es más que consecuencia de este éxito.

Una botarga de panda y siete islas de escenografía que dan vida a lugares, desde el campo, un bar y hasta un manicomio conforman visualmente esta ópera que destaca por su versatilidad. Es únicamente recomendada para mayores de edad, pues cuenta con desnudos parciales y representación de actos explícitos.

Esta ópera, después del Festival Cervantino, se estará presentando en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México, así como en diversos escenarios del país, una puesta escénica que sin duda no se deben perder.

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