Pesadillas cromadas, cuerpos biomecánicos, y fetichismos fantásticos son algunos de los elementos que definen la obra del artista gráfico Hans Ruedi Giger, mejor conocido como H.R. Giger.

Nacido en Suiza el 5 de febrero de 1940, Giger es principalmente conocido por su aportación al diseño de producción y criaturas en el cine, siendo Alien de Ridley Scott su obra más popular. Sin embargo, este artista es poco valorado por su labor gráfica, que de hecho, conforma la mayor parte de su cuerpo de trabajo. Por tal motivo, el FIC 2018 en su edición XLVI le ha dedicado una exposición completa en honor a su obra. Escena obscura de HR Giger, el genio del futuro es la muestra que se realiza actualmente en la Sala Polivalente de la Universidad de Guanajuato y que estará abierta a todo público de manera gratuita hasta el 18 de febrero del año próximo.

La muestra consiste en un recorrido por su trabajo temprano y sus inicios en aerografía, su técnica predilecta. Finalmente, concluye con un vistazo a su labor en películas como Dune —la ambiciosa odisea espacial de Jodorowsky— y la ya mencionada ópera espacial de horror de Scott.

César Oropeza fue el encargado de la curaduría de Escena obscura, y contó con la ayuda del doctor en historia del arte Carlos Arenas. Para Oropeza, el acercamiento a Giger resulta bastante personal por el arraigo que tiene él mismo hacia el diseño industrial, uno de los principales motivos dentro de la obra del artista suizo y que encaja perfectamente dentro el marco temático del festival Cervantino: El futuro es hoy. Si bien Giger fue una persona adelantada a su época y su arte tiene un reconocimiento popular muy fuerte, aún es debatible su lugar dentro de las finas artes.

“Giger es un sismógrafo que registra la violencia de su entorno”.

Carlos Arenas

Los elementos mortuorios son pan de cada día en la obra de Giger, acompañados de un sensual y perturbador erotismo, inspirado por las lecturas freudianas que hacía durante sus tiempos libres. El resultado es la característica violencia que lo llevó a la fama: violaciones, torturas y fetichismo. Conceptos y pesadillas que han desencadenado nuevas interpretaciones actuales sobre su obra y lecturas de crítica social que cobran sentido si se contextualiza su trabajo en el auge que tuvo durante las décadas de los setentas y ochentas.