Fobia Unplugged: 35 años de carrera en una noche inolvidable
Fotos: Lulú Urdapilleta
Pese a la pandemia y a todo lo que generó el encierro, es un alivio poder regresar a la emoción de los conciertos presenciales, esos eventos que nos hacen entregarnos al máximo, en donde todos cantamos y vibramos al unísono y en conexión con el artista.
Uno de estos casos fue el concierto de Fobia del pasado 27 de julio en el Teatro Metropolitan, una noche muy especial. En 2020, la banda liderada por Leo de Lozanne grabó su 11vo álbum bajo el formato Unplugged, pero lo hicieron sin público ya que por las restricciones generadas por el Covid-19 no tuvieron otra opción, pero esto no los detuvo, ya que la locación se mantuvo en secreto hasta después de culminar la grabación.
Debido a esto, la banda ya contaba los días para realizar este formato en vivo para sus fans, quienes agotaron las entradas para las cuatro fechas en el recinto del centro histórico. El miércoles por la noche, tuvimos la oportunidad de presenciar la primera, con un ambiente inmejorable que dejó impactado al público asistente, fieles seguidores y seguidoras que saben cómo retribuir con aplausos, gritos, baile y mucho cariño el gran trabajo y la calidad que otorga la banda en vivo.
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En un escenario simple pero con un show con grandes detalles musicales, Fobia pagó sin lugar a dudas con creces la deuda que tenía pendiente desde hace ya varios meses con sus fans. La inclusión de temas nuevos en conjunto con tracks como “Microbito”, “No Eres Yo”, “Veneno Vil” y más clásicos en versiones acústicas, nos deja ver que la banda no se duerme en sus laureles y que, aunque tengan seguidores para rato gracias a esas canciones ya consolidadas, continúan evolucionando y descubriéndose.
La interacción con el público es algo que sucede frecuentemente en los shows de Fobia. En esta ocasión, invitaron a un par de personas al escenario y les colocaron un casco, habilitado con sonido de percusión, dando una muestra de empatía muy original con su público. También, la audiencia disfrutó mucho el ver a la mascota de Jay de la Cueva presente durante casi todo el show.
Estas reversiones de sus rolas más icónicas fueron llevadas en un en vivo de una manera muy sofisticada, pero sin perder la esencia de lo que es la banda desde sus inicios. Una noche nostálgica, claro, pero que nos deja ver que hay Fobia para rato.
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