Foto: Bernardo Maldonado
El Festival Internacional de Cine de Los Cabos unió el sol y la arena con las estrellas durante cinco días. Desde el 9 hasta el 13 de noviembre, el evento probó no sólo el interés en el cine en nuestro país, sino que existe un área de crecimiento para el séptimo arte entre Canadá, Estados Unidos y México.
El festival muchas veces es comparado con Cannes, la razón es que además de ser un evento que se encarga de proyectar una selección de películas, es un mercado de cine internacional. En él distintos realizadores, inversionistas, casas productoras y distribuidores de varios países se reunen para trabajar en diferentes proyectos cinematográficos.
Como resultado, coproducciones entre México, Estados Unidos y Canadá significan un impulso a la industria nacional. Películas con gran valor de producción, presupuestos de millones de dólares, elencos y directores reconocidos pueden ser realizados. Un ejemplo de cinta que tuvo inicio hace un año en Los Cabos es Casi el paraíso, el próximo proyecto de Gaz Alazraki director de Nosotros Los Nobles (2013).
Además del festival como un encuentro de la industria cinematográfica, Los Cabos trajo a diferentes profesionales del cine para celebrar sus carreras. El primero fue Rodrigo Prieto, director de fotografía mexicano quien ha trabajado con personajes como Alejandro González Iñárritu, Ang Lee y Martin Scorsese. En una conferencia, expresó la importancia de crear imágenes potentes de una manera sutil, al igual que la experiencia de trabajar con distintos realizadores y su próxima película con Scorsese: Silence (2016).
Otra invitada fue la cantautora mexicana Natalia Lafourcade, quien presentó el documental Hasta la raíz (2016), pieza homónima y complementaria de su álbum musical. Dirigido por Bruno Bancalari y Juan Pablo López Fonseca, la pieza sigue a la artista y a su equipo en la producción del disco. Natalia también dio su opinión sobre la reciente victoria de Trump y el posible impacto para los músicos latinos que viven en Estados Unidos.
Adicionalmente, el Festival Internacional de Cine de Los Cabos contó con la presencia del director estadounidense Oliver Stone. Conocido por sus comentarios políticos a través del cine, Stone habló sobre las dificultades de su proyecto más reciente Snowden (2016), que narra la historia del afamado whistleblower de la N.S.A (National Security Agency) y cuestiona a las agencias de inteligencia norteamericanas.
La última invitada del festival fue la reconocida actriz italiana Monica Bellucci. Ella habló de el lenguaje universal del cine, la fuerza de un medio de expresión y su capacidad para transmitir emociones al público de una manera distinta. También reconoció al actor mexicano Gael García Bernal, con quien trabajó en la serie Mozart in the Jungle (2014). Por último platicó sobre su papel el la controversial película de Gaspar Noé Irreversible (2002), y la fuerte escena de violación que aparece en ella.
El festival también destaca por su fuerte presencia femenina. Tres cintas realizadas por directoras fueron galardonadas con los principales reconocimientos del LCIFF. American Honey (2016) de Andrea Arnolds ganó como mejor película de la competencia oficial Los Cabos. Tamara y la catarina (2016) de la mexicana Lucía Carrera se llevó el galardón FIPRESCI. La coproducción mexicana, colombiana y canadiense X500 (2016) del colombiano Juan Andrés Arango fue reconocida como mejor largometraje de la categoría México Primero. Finalmente The Rosenbergs (2016) de Sophie Barthes ganó la recompensa mayor del Gabriel Figueroa Film Fund. Otra cinta que obtuvo laureles fue el único documental en la competencia oficial, Bellas de noche (2016) de la mexicana María José Cuevas, que fue otorgada el premio de la audiencia.
Para resaltar el mérito de las realizadoras, cabe mencionar que en la selección oficial se encontraban otras cintas que han tenido una presencia fuerte en distintos festivales alrededor del mundo. Un ejemplo es La región salvaje (2016) del mexicano Amat Escalante, por la que fue reconocido como mejor director en Venecia.
El festival también organizó distintas galas para la presentación de cintas estelares. La primera inauguró el evento con la proyección de Jackie (2016) del chileno Pablo Larraín, participante en grandes festivales como el Toronto International Film Festival. Otras dos fueron dedicadas a Snowden y Hasta la raíz, Captain Fantastic (2016) de Matt Ross fue la encargada de cerrar el evento.
Además de las competencias oficiales Los Cabos y México Primero, el festival proyectó cintas de distintas partes del mundo y con diferentes temáticas en las selecciones American Specials, World Highlights, Green y B-Sides. Donde se exhibieron películas como Café Society (2016) de Woody Allen, la producción neozelandesa Hunt for the Wilderpeople (2016) de Taika Waititi, Death in Sarajevo (2016) de Danis Tanovic y The Red Turtle (2016) de Michael Dudok De Wit.
Lleno de invitados, presentaciones especiales y eventos, el Festival Internacional de Cine de Los Cabos es una muestra de los esfuerzos por reactivar una industria cinematográfica perdida con la época de oro del cine mexicano. También es un recordatorio de que trabajar en conjunto con otros países es bueno para todos los involucrados, una señal positiva para el futuro del cine en nuestro país.