Imaginemos un festival en donde el amor por la naturaleza, la salud y la buena música se vivieran de forma suficientemente segura como para que niños y niñas anduviesen descalzos jugando. Ahora dejemos de imaginarlo, porque ya existe. Esto fue el FAMAFest, Festival de Arte y Medio Ambiente, ocurrido el 11 y 12 de marzo en el Huerto Roma Verde, ubicado en la Ciudad de México, un espacio en donde habitan la agricultura y el arte cotidianamente.

Al llegar, pasamos por un cono piramidal de garrafones que sostienen adornos de lazos, donde una ofrenda de flores cobija un saludo, junto a copal e inciensos que inspiran con aires de conexión; todo acomodado en forma del emblemático Quetzal que identifica a este festival.

En seguida, un pasillo nos adentró a descubrir talleres y puestos con excentricidades coloridas. Artesanos y pulqueros, maíz azul de cooperación voluntaria, aromas medicinales y mezclas herbales; inspirado en lo folclórico de nuestra pluriculturalidad mexicana.

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En la geodésica de Bambú se vivieron diálogos calientes con intenciones de enfriar nuestro planeta y aliviar la catástrofe que hemos hecho a nuestra Tierra, las actividades que hemos perdido y su importancia, la agricultura, la minería, el cómo regenerar y agroforestar, volviéndonos más conscientes de nuestro consumo, nuestras formas de vida, el espacio que habitamos y el autocuidado.

Por la tarde comenzaron los sonares de la alegría…

Moyenei, compositora e intérprete chilena, compartió su voz y poderosos cantos medicinales acompañados de su tambor, y dos grandes mujeres medicina.

Seguido de ella, Wadley mantuvo el interés danzante de los pies andantes y la energía a flote.

En una poderosa ola de movimiento, la gente se reunió para rimar. Lengualerta tomó el escenario para compartir prosas de intención consciente y el despertar espiritual.

Tras ellas, llegaron más momentos de sanación con cuerdas, bataca y voz. Los Cogelones, de Ciudad Neza, deleitaron con sus arriesgados ritmos de recuerdo mexica y rockero, una fusión entre lo étnico y loquero, parecido a lo que es ser mexicane.

Así fue como se vivió este FAMAFest 2023, esperemos vernos pronto con otro repertorio sacudido y mucha dicha de compartir y aprender.

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