Anticolonialismo e historia del arte joven mexicano: Exposiciones de Raphael Montañez y Miguel Calderón
Foto: secretaria de cultura
Desde el 15 de octubre, en el Museo Tamayo, llegó una magna exposición con una perspectiva anticolonialista del artista y activista estadounidense Raphael Montañez Ortiz, así como las obras, icónicas dentro de la historia del arte joven de nuestro país del mexicano Miguel Calderón.
Montañez Ortiz es un artista clave del movimiento International Destruction Art con raíces puertorriqueñas que a lo largo de 30 años ha propuesto como forma de sanación la etnoestética, para colocar la herencia cultural de los artistas a favor de un discurso anticolonial, y la fisio-psico-alquimia correspondiente a prácticas performáticas relacionadas con la meditación y el ritual.
En la muestra destaca la pieza Maya Zemys en la cual según el curador Rodrigo Morua, el artista toma inspiración del objeto ritualístico "zemy" de los pueblos taínos del Caribe y de los mayas de México de gran importancia, pues se considera una pieza fundamental de reconciliación con su identidad. En la escultura, las plumas representan la comunión entre naturaleza y cultura con desde lo mítico.
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Foto: Secretaria de Cultura
En tanto, la muestra de Miguel Calderón compone un recorrido entre fotografía, video e instalación, las cuales constituyen una revisión sobre el trabajo que el artista ha realizado a lo largo de tres décadas dividiendo la presentación en cuatro temas principales: la relación con los animales y el humano, los protocolos, la crítica institucional y la relación ficción-realidad.
La trayectoria de Calderón inicia desde su llegada a México, luego de estudiar en San Francisco, Estados Unidos, convirtiendo con el paso del tiempo su trabajo en una pieza importante para entender de qué modo se ha posicionado el arte mexicano en el extranjero.
Dentro de la exposición destacan los trabajos La panadería, proyecto que inició en la Condesa en la década de los 90; Caja de Luz, un pequeño refrigerador lleno de tenis y quesos de 1998; y la foto En lo abierto donde el artista plasma su obsesión por las aves.
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