Exigen acabar con terapias de conversión en México desde la crujía J de Lecumberri
Este viernes, 20 de junio, activistas por la diversidad se reunieron en la crujía J del antiguo Palacio de Lecumberri, hoy galería 8 del Archivo General de la Nación, donde se llevó a cabo el encuentro “Derrumbando los muros de la desigualdad: orgullo para combatir el odio y acabar con los ECOSIG”.
El hoy AGN fungió como penitenciaría de 1900 a 1976, y por todos los horrores que experimentó la población recluida también fue llamado el “Palacio Negro”. Se dice que en la crujía J se encarcelaba a personas integrantes de la diversidad sexual por el simple hecho de serlo.
Lxs activistas hicieron un fuerte llamado para pedir un alto a los ECOSIG (Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual y la Identidad de Género) o terapias de conversión en México, pero también para hablar de la reapropiación y resignificación de palabras como “joto”, término que se dice, nació de la población diversa recluida allí, pero que en el pasado tuvo una connotación despectiva.
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El encuentro comenzó con la presentación del cortometraje “Para Sarah” de la activista sonorense Érica Salinas, quien es sobreviviente de las terapias de conversión. Durante su participación comentó:
“Qué importante es volver a los espacios que fueron tan dolorosos pero que gracias a la lucha de activistas, principalmente las personas trans -quienes han encabezado todos estos años las luchas-, podemos tener el privilegio de estar aquí y compartir quiénes somos y sobre todo, ser un espacio seguro donde antes era un espacio de burla, de violencias, un espacio donde te recluian precisamente por ser quienes eran. Creo que sin duda este espacio es el más icónico de los ECOSIG en México, el más público, el más solapado por el Estado, que hasta el día de hoy sigue solapando los ECOSIG”.
Acompañada del diputado Temístocles Villanueva, compartieron que México hay 10 estados que han prohibido los ECOSIG, el primero fue la Ciudad de México en 2020, luego el Estado de México ese mismo año, así como Puebla y Guadalajara; sin embargo, la lucha continúa para que se prohíban a nivel nacional.
En el conversatorio, después del cortometraje, el diputado Temístocles Villanueva externó:
“Costó trabajo encontrar la manera de crear el tipo penal, costó tanto trabajo que tuvimos que crear en el Código Penal un capítulo nuevo, el capítulo séptimo, que se refiere a los delitos del libre desarrollo de la personalidad y la identidad sexual, no existía como tal ese capítulo y resultó muy importante la discusión, queríamos encuadrarlo en otro capítulo, equipararlo a la tortura pero la Ley General de Tortura especifica que la tortura únicamente se reconoce cuando la comete el Estado y no es el caso”.
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Villanueva agregó que el proceso ha tenido muchas dificultades, como encontrar a quién culpar.
“Muchas veces son los padres las primeras víctimas de estas prácticas, padres y madres se ven convencidos, caen en una trampa que es una charlatanería por donde lo vean porque tampoco hay evidencia científica de que esto pueda ocurrir (cambiar la identidad sexual) y aunque existiera, tendría que ser considerado un delito”.
Estas terapias aparecen muchas veces a manera de retiros espirituales, penitencias, coaching y otras prácticas dentro del ámbito religioso o hasta electroshocks y tomar hormonas, como en el caso de Érica. Por eso, enfatizó la necesidad de que se erradiquen a nivel nacional.
“Queremos ser la última generación que sufra tortura”.
En el evento también estuvieron presentes Samuel Guzmán Palomera, Subdirector el AGN; la dramaturga y política Ana Francis Mor; la diputada federal María Clemente Orozco; Marsha Beya, comisionada federal de los derechos humanos y grupos vulnerables; el periodista Ricardo Balderas y Donají Morales, doctora en Historia del Arte por la UNAM.
En el espacio, lxs asistentes observaron una muestra fotográfica de una exposición que se inaugurará por Google Arts el próximo 28 de junio, en el perfil del AGN y que es un recuento de las memorias que se tienen respecto a la lucha LGBT.