El mundo de la escritura es todavía un mundo de hombres: Melanie Márquez Adams [Entrevista Ibero 90.9]
Las historias de latinos en Estados Unidos son diversas y variopintas, pero Melanie Márquez Adams relata las suyas mediante crónicas breves con una pluma inquieta y moderna. Originaria de Guayaquil, Ecuador y residente en Nashville, Tennesse, dos polos geográficos aparentemente opuestos, se entrelazan con su libro de crónicas: Querencia.
Con apenas 11 años habitando en la Unión Americana, no fue la emblemática Nashville donde tuvo su primer acercamiento sino en una ciudad pequeña de la región de los Montes Apalaches, muy cerca del lugar donde nació Dolly Parton y donde se encuentra su famoso parque Dollywood para estudiar un master de literatura.
En Querencia, publicación de 2020, se narran bajo una acuciosa mirada femenina las elecciones de 2016, la leyenda de la mujer fantasma “lady in black”, historias de carreteras locales, Johnny Cash y peculiares personajes como un perro rescatado de nombre “Rosco”.
“Quedé tan enamorada de las montañas, lagos y música country que decidí quedarme por acá. Luego con el tiempo, debido a que la pesca deportiva es una actividad importante para mi esposo, acabamos mudándonos cerca de Nashville, donde los lagos son más generosos y ofrecen abundantes y enormes peces. Llegué a Tennessee sin saber casi nada, de las personas y de la cultura. Estaba buscando un cambio radical de mi vida monótona en Guayaquil, de trabajo de oficina y encontrarme con la misma gente de siempre, hablando de las mismas cosas de siempre. Por ese lado, se cumplió mi deseo, aquí puedo ser totalmente anónima si así lo decido y como soy una persona sumamente introvertida, ese es un gran privilegio”.
¿Qué ha significado para ti como ecuatoriana residir en una tierra de whisky, y country, que aparentemente no tienen nada que ver con la cultura ecuatoriana?
Antes de mudarme a estas tierras, yo solo conocía los tropos que nos presentan los medios: música country, amor por la bandera, la religión y las armas. Y aunque sí que se cumplen, tal como en las buenas historias, se convierten en algo más. Y he encontrado mucho más en este rincón country, sobre todo mi Querencia, un lugar que me permitió alejarme del ruido de las ciudades grandes para así escuchar mi voz de escritora. Este fue el lugar donde por fin pude sentarme a escribir todas esas historias que he ido acumulando en lo que a veces se siente como varias vidas, varios mundos. Y respecto a la cultura ecuatoriana siempre me he sentido ajena al lugar que me vio nacer y crecer. Y esa sensación no cambia, el sentirme fuera de lugar en todo sitio es parte de mi mirada de escritora, esa con la que quiero explicarme a mí misma este mundo tan extraño que habito.
¿Johnny Cash o Dolly Parton y por qué?
Dolly Parton, cien por ciento. En varias entrevistas ha dicho que ella es más escritora que música. Si nos fijamos en las letras de canciones como “Jolene”, “Coat of Many Colors”, “Just Because I’m a Woman”, lo que encontramos son relatos mágicos y entrañables. Ella es buena heredera del Bluegrass, el cual sale totalmente de la tradición oral de las comunidades escocesas e irlandesas que llegaron a poblar la región de los Apalaches sureños. Y luego cuando te enteras de las letras de esas primeras canciones, unas a las que ella misma se refiere como sad ass songs, o sea corta-venas, nos damos cuenta de que son de señalamiento y resistencia ante la condición de las mujeres en esos tiempos. Y aunque se niega a reconocerse como feminista, su vida y su carrera han estado marcadas por una resistencia al sistema patriarcal.
¿Consideras que las mujeres escritoras actualmente estamos en una transición donde ya hay un mayor equilibrio en el trabajo entre lo masculino y femenino y por qué?
No, para nada. Solo hace falta leer lo que comparten varias en las redes acerca de sus experiencias negativas —desde agresión y exclusión hasta el eterno mansplaining— con editoriales y editores, ferias de libro, paneles, talleres de escritura, etcétera. A pesar de todo lo que han logrado nuestras ancestras y lo que algunas de nosotras seguimos logrando, el mundo de la escritura es todavía un mundo de hombres. Como dice la ensayista y periodista norteamericana Roxane Gay: “El empoderamiento de algunas mujeres no prueba que el patriarcado esté muerto, lo que prueba es que algunas de nosotras tenemos suerte”. Es por eso que actualmente me interesa leer mayormente la obra de mujeres y centrar mi trabajo en visibilizar y difundir la obra de escritoras, tanto así que mi tesis creativa en los talleres de Iowa fue una especie de conversación con la obra de autoras de diferentes tiempos. También eso me llevó a fundar la revista digital Anfibias Literarias, un espacio dedicado a visibilizar la obra de autoras de generaciones, nacionalidades y trayectorias diversas.
“Querencia”
Melanie Márquez Adams
Editorial Katakana
Año 2020
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