La elegancia del cine occidental clásico se mezcla con la profundidad y meticulosidad de la cinematografía oriental en el trabajo de Masato Harada. El director japonés ha alcanzado el reconocimiento mundial gracias al desarrollo de personajes completos, cuyos deseos, secretos y miedos se fusionan para generar profundidad e intimidad en situaciones absorbentes.
A lo largo de su carrera de más de 40 años en el cine, Harada ha transitado en diversos puestos de la industria. Desde periodista y crítico de cine, hasta director e incluso actor. En su más reciente producción, The Emperor in August (2015), Masato Harada aborda un tema vasto como la rendición de Japón ante Los Estados Unidos en la Segunda Guerra mundial. Todo desde una perspectiva íntima y familiar. Una película donde movimientos y composiciones meticulosas, heredadas del legendario director Akira Kurosawa, se mezclan para dar vida a personajes complejos y frágiles.
Ibero 90.9: A lo largo de tu carrera en el cine has realizado trabajos como periodista y crítico, director y actor. ¿Cómo estos puestos han influenciado tu perspectiva sobre la industria cinematográfica?
Masato Harada: "Mis trabajos estaban diseñados para convertirme en cineasta. Para lograrlo me pregunté: ¿Qué trabajos puedo hacer relacionados al cine? Así que empecé escribiendo reseñas de películas para mí, después se convirtió en mi profesión. No sólo escribía, sino que entrevistaba a muchos cineastas. Al ver rodajes en Japón y particularmente en Los Ángeles en los 70’s, formé una idea del tipo de realizador que yo quería ser.
En Londres estaba el National Film Theatre, cada noche iba a ver diferentes tipos de películas, clásicas, mudas, cualquier tipo de película. Al ver estas películas, te da energías para tener una mejor idea del tipo de cine que quieres hacer y escribir. Empecé a leer muchos guiones, los leí todos.
En América, en 1973, particularmente en los 70’s, muchos estudios tomaban riesgos. Ellos trataban de descubrir nuevos talentos. Apoyaban a quienes querían hacer cine para que escribieran y dirigieran al mismo tiempo. En esos tiempos, los ejecutivos de estudios en Hollywood eran fanáticos del cine, lo amaban. Hoy la mayoría de los ejecutivos de estudio son contadores o abogados, no les interesa la calidad del cine. Solamente les interesan los números, es por eso que las películas americanas van en declive.
Yo tuve suerte de conocer a muchos jóvenes cineastas, emergentes, y al mismo tiempo a cineastas clásicos. Grandes cineastas estaban vivos, y los podías escuchar como reportero o como aficionado del cine.
Todo fue tomando su lugar, excepto la actuación. Actuar no es lo mío. Nunca había pasado por mi mente, hasta que Edward Zwick me habló para audicionar por el papel del villano en The Last Samurai (2003). Fue la primera vez que leí líneas en frente de una cámara. Mi voz era horrible, mientras decía las líneas, escuchaba como director y pensaba: “no me gusta este tipo, nunca lo contrataría”. Estaba muy frustrado.
Entrené mi voz con el karaoke, cantaba canciones de Elvis y Nat King Cole. Pase buenos momentos en Nueva Zelanda, mirando a una grande producción desde la perspectiva de un actor. El día antes del rodaje, Ed me llamó y dijo “Ha habido algunos cambios en el dialogo, te mandaré las páginas por fax”. Tuve que memorizar desde cero, el día siguiente durante el rodaje no podía recordar las líneas, estaba muy frustrado y avergonzado. Tom Cruise fue muy paciente. Simplemente odiaba actuar frente a la cámara. Me propuse como director y escritor no cambiar las líneas del guión días antes del rodaje. Así los actores no se irán al diablo".
Ibero 90.9: Tus películas reciben una gran influencia del cine americano clásico y oriental. ¿Cuales son las diferencias entre las películas del Hollywood actual y las tuyas?
MH: "La mayor diferencia es la forma de crear un personaje tridimensional. Personajes realistas y creíbles. Basados en tu propia investigación. Me encanta leer mucho material y obtener toda la información. Analizar lo bueno y lo malo para crear un personaje particular, como Hirohito o el General Anami. Trato de relacionarme con ellos, estudiar sus ambivalencias.
Hoy en Hollywood no hay interés por los personajes. Les interesa el tamaño y los efectos visuales. No contratan a directores y escritores serios capaces de crear personajes serios en una película épica.
Hoy David Lean no podría hacer su propia película épica en Hollywood, porque el estilo es totalmente diferente. Yo respeto los tipos de épica de David Lean. Si ves Lawrence of Arabia (1964), la película está basada en hechos históricos. Es de gran tamaño y es probablemente una de las producciones más grandes a lo largo de la historia del cine.
David Lean fue capaz de controlar el tipo de personaje que era Lawrence. El tipo de ambivalencia que tenía. Fue capaz de capturar esa épica 100% como suya. Yo admiro esa forma de hacer cine. Me encantaría hacer algo así en el futuro. Me gustaría controlar una película de gran presupuesto como The Last Samurai en la forma como David Lean o Akira Kurosawa manejaban ese tipo de producción. The Emperor in August (2015) es un punto de inicio para esto".