Por: Yana Tumakova
En la Carta de las Naciones Unidas se proclamó la igualdad de derechos para hombres y mujeres, pero en todos los países del mundo no hay una igualdad de género real.
Aprendemos todo mejor en comparación. A continuación compartimos los casos de Rusia, Alemania y México para ver las diferencias en la equidad e igualdad de género de esos países.
Según el Índice de Desigualdad de Género del Programa del Desarrollo de las Naciones Unidas, México ocupa la posición número 71, Rusia la 57 y Alemania la 6. Obviamente hay diferencias entre estos países, pero ¿Cuáles son?
El Índice de Desigualdad de Género mide las disparidades de este tema en tres aspectos importantes del desarrollo humano: la salud reproductiva, empoderamiento y finalmente participación en el mercado laboral de las mujeres.
La variable de salud reproductiva se mide a través de la mortalidad materna y las tasas de natalidad en la adolescencia; el empoderamiento se entiende a través de la proporción de escaños parlamentarios ocupados por mujeres y la proporción de mujeres adultas y los varones de 25 años o más con al menos educación secundaria; y la participación en el mercado laboral se mide por la tasa de participación laboral de la población femenina y masculina de 15 años o más.
¿Cómo se ve la realidad de las mujeres en estos países?
Alemania
Si calificáramos la igualdad de género en Alemania de acuerdo a la posición de las mujeres en la política, podríamos pensar que es perfecta, pues su canciller (cargo más alto en el servicio público) es Angela Merkel. Pero en realidad hay muchos problemas estructurales, por ejemplo: los salarios más altos (hasta 25% más) son para los hombres aunque compitan con mujeres de la misma formación, educación y experiencia.
Oficialmente en la ley alemana está prohibido discriminar a alguien por su género. Hay también un sentido común de igualdad. Pero de facto hay unos factores que resultan en una desigualdad entre los mujeres y hombres, especialmente en el mercado del trabajo.
La falta de la aceptación de la sociedad para que se otorgue un permiso de paternidad para cuidar a los niños, es solo un ejemplo de los problemas estructurales que evitan el desarrollo de la igualdad de género. Esas faltas nos sorprenden menos cuando llegamos a saber que hasta el año 1977 las mujeres tenían que pedir permiso para trabajar a sus esposos, porque de acuerdo con la ley, ellas tenían el derecho a ser empleadas “en la medida compatible con sus obligaciones en el matrimonio y la familia”.
Actualmente 36.5% del congreso alemán está conformado por mujeres. Esto muestra que en ese país se han tomado las acciones correctas pero todavía falta camino por recorrer.
Rusia
Rusia tiene una posición muy diferente de Alemania. La representación de las mujeres en la Duma, el Congreso de la Federación Rusa, se compone únicamente de entre un 10% y 15%.
Mientras las mujeres en la política de Rusia son pocas y más escasas en los puestos importantes. Hay muchas más mujeres en puesto directivos dentro del sector privado. Casi 50% del total de empleados son mujeres. Este hecho se basa en el pasado de Rusia, cuando era la Union Soviética, donde las mujeres y los hombres disfrutaban los mismos derechos.
Independientemente del pasado y su historia, en la actualidad rusa, la posición de las mujeres es complicada, están protegidas por la ley pero eso no se refleja en la realidad. Se espera que cuiden de la casa, de los niños, de su pareja, y además, que trabajen. Sin duda, hay mucho que todavía falta por hacer respecto a la igualdad de género en ese país.
México
En este país, 36% del Congreso está integrado por mujeres. A primera vista y solamente con esta cifra se podría pensar que tiene un mayor avance comparado con Alemania. Sin embargo, la presencia de mujeres en puestos de gobierno como las secretarías de Estado es mínima. En el actual gabinete federal, de un total de 17, solamente hay 3 secretarias. Cabe mencionar que nunca una mujer ha llegado a la presidencia de la república.
La diferencia de sueldos entre mujeres y hombres es similar al de Alemania. De acuerdo al Global Gender Gap Report, índice que busca medir la igualdad de género en los países, México ocupa el sitio 80 de 142. Uno de los temas más preocupantes es que las mujeres ganan únicamente el 46% del salario obtenido por un hombre. Además de tener menor presencia en el mercado laboral.
En la atención de salud y cuidados, México ha hecho un esfuerzo por brindar a sus mujeres de servicios de calidad, de igual forma en el tema educativo. Lo anterior se ve opacado por la constante violencia doméstica y acoso en lugares públicos que sufren las mujeres mexicanas, incluso llegando a la pérdida de vidas con el feminicidio.
Recientemente se dio a conocer un proyecto artístico de Tatyana Fazlalizadeh, comisionado por Fusion, que es una instalación en las calles de la Ciudad de México como parte de su trabajo llamado “Stop Telling Women to Smile”. Se presentaron 76 historias de mujeres mexicanas relatando los casos de acoso que han sufrido en las calles de la ciudad. Proyectos como este muestran el tamaño del problema que se vive en el país.
¿Por qué todavía no se ha logrado la igualdad de género?
Definitivamente hay muchas variables que pueden responder esta pregunta. Hay fallas estructurales como una ausencia de políticas públicas sólidas que busquen apoyar a las mujeres en distintos ámbitos, también la falta de solidaridad masculina obstaculiza que se logre una verdadera equidad. Por otro lado, los medios de comunicación y la publicidad tienen un papel preponderante en reproducir la inequidad pues muestran a la mujer como objeto y enfatizan las diferencias entre hombres y mujeres.
¿Qué se puede hacer para mejorar la situación?
En el ámbito internacional, los Objetivos del Desarrollo del Milenio tienen dos metas relacionadas con el tema. El número 3 se enfoca en promover la igualdad entre géneros y la autonomía de la mujer; el número 5 se enfoca en mejorar la salud materna.
Para los casos de Alemania, Rusia y México, el objetivo 3 es el que más requiere trabajo. Se necesita ofrecer igualdad de oportunidades, acceso a la educación, mejorar los salarios, las condiciones de trabajo y en general empoderar a las mujeres para que asuman esa igualdad en su vida diaria.
¿Por qué es importante?
La sociedad internacional ha acordado que se requiere lograr la equidad de género en su máxima expresión. Alcanzar esta meta brindaría beneficios sociales para más de la mitad de la población, las mujeres. Al mismo tiempo, también serían económicos, cuando las mujeres se integren al mercado laboral con verdadera igualdad se generarán recursos que beneficiarán a todo el mundo.