PHOTOGRAPHY BY KYLE JOHNSON — **PHOTOGRAPHY BY** **KYLE JOHNSON**

La vida exige que todo cambie y nada permanezca estático. Eventualmente un recién nacido aprenderá a atarse los zapatos y salir a caminar o los artistas que más nos gustan en algún momento dejarán de hacer música. Sin embargo, algo siempre permanece y, no importa qué tan nostálgico seas, en nosotros existe un placer extraño en volver a ver fotografías viejas. Phil Elverum entiende esto y lo pone a prueba en su nuevo lanzamiento Microphones in 2020.

En 2003 tuvimos el último álbum del músico estadounidense Phil Elverum bajo su proyecto llamado The Microphones. Su disco Mount Eerie, nació de un Elverum escalando las Montañas Blancas en New Hampshire, aún con los riesgos de la pésima condición del clima, razón por la cual tuvo un acercamiento a la fragilidad de la existencia y la añoranza de volver al lugar donde nació para ver de nuevo el Mount Eerie, localizado en la ciudad Olympia dentro del estado de Washington.

Phil busca regresar a casa como un Ulises en la Odisea, relato en el cuál se nos cuenta sobre un personaje que añora volver a la isla en la cual fue rey: la extrañada Ítaca. En este viaje se somete a las más grandes peripecias, vive tragedias en donde debe dejar a personas atrás y obtiene aprendizajes con los que se completa la fatigante tarea que es conocerse a uno mismo.

Phil Elverum también hace su propia odisea, pero todo a través de la música.

Hablar de “Microphones in 2020” es imposible sin hacer mención de la pequeña cinta que le acompaña. En ella, podemos ver fotografías que Elverum nos muestra, desde paisajes grises y nostálgicos, hasta cálidos y veraniegos; siluetas de personas apenas distinguibles, pero que al compás de la melodía narran la historia de una vida.

Toda buena historia debe tener un cautivante momento introductorio y eso sucede en la canción de 45 minutos de The Microphones, track que empieza con unos acordes de guitarra asomándose tranquilamente, mientras que en el video se presentan retratos de carreteras y bosques (sin lugar a duda, el comienzo de un largo trayecto).

En una entrevista con Pitchfork, el músico habló sobre el track “Fire Dream” de su colega Adrian Orange, una pieza que considera bastante atractiva, ya que muestra agrado cuando en la poesía el autor habla de momentos y acciones específicas. “La poesía funciona mejor cuando estás conectado a la tierra”, expresó.

En Microphones in 2020, Elverum nos cuenta sobre un viaje familiar a la playa, un concierto de Stereolab que lo inspiró a grabar más música, así como el hábito que tenía de imprimir letras de otros músicos y pegarlas en sus paredes. Situaciones cotidianas, pero no por ello mundanas, que lo llevaron al mundo musical desde hace diecisiete años con The Microphones. En estos momentos transformativos, comienzan las distorsiones de guitarra que le agregan textura al disco, acompañado por percusiones y un piano que se asoma ligeramente en los momentos más enternecedores.

Casi al final de la canción, el músico canta “I will never stop singing this song / It goes on forever” y si bien también se puede relacionar con la melodía de apariencia eterna, parece ser que también se debe a aquella constante búsqueda de significados y respuestas que tenemos mientras vivimos. Comprueba que la música no es sólo sonido, sino también un memoir, vida, antídoto, catarsis y aprendizaje.

Curiosamente, Phil se encuentra actualmente en Washington, terminando su viaje y regresando a su propio Ítaca. Quizás esta sea la perfecta oportunidad para concentrarse en el presente y crear algo nuevo, como dice él en una entrevista en Bandcamp:

“Quiero seguir avanzando y siempre he sido así. Crucemos los dedos porque ya haya terminado de hacer álbumes sobre el bagaje del pasado por un tiempo”.