Por: Elías Merlo (@_EliasMerlo) Me dicen que un tanto sorprendido pero guardando actitud soberbia, Javier Duarte de Ochoa, el ex gobernador de Veracruz prófugo de la justicia, encaró a los oficiales guatemaltecos, de la Interpol y de la Policía Federal quienes lo esperaban fuera de su habitación en el hotel "La Riviera de Atitlán" en Panajachel, Guatemala.
Tuvieron que pasar 185 días para que el ex mandatario, mismo que aseguró en televisión nacional no huir del país justamente para "enfrentar" y "dar la cara" a las denuncias que lo ligaban al desfalco de por lo menos 430 millones de pesos, fuera detenido. Durante estos meses, hubo lugar para toda clase de comentarios entorno a su figura y la de sus allegados en casi todos los círculos de opinión; la sobremesa entre amigos o familia, los programas de radio y televisión, los memes y los tuits nos llevaban muchas veces (y de manera casi obligada) a hablar sobre Javidú, sus lujos pagados con cargo al erario público y la facilidad con la que huyó.
En el ámbito político contrario al del actual gobierno, principalmente, se habló de la captura de Duarte con un tono de sospecha en diversas ocasiones. Se dijo que sería aprehendido cuando el "momentum político" fuera apropiado para dejar bien parada la imagen del PRI frente a las próximas elecciones a gobernador en tres estados de la República, pero especialmente para amarrar la siguiente gubernatura en el Estado de México; famoso por ser el padrón electoral más grande del país.
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Se dice mucho pero sabemos poco acerca del futuro que le depara a Javier Duarte. De lo que ya se sabe bastante es sobre su pasado, el de su esposa y el de sus más cercanos colaboradores. Hay que hacer las preguntas básicas en el origen, las cuales nos darán luz acerca del futuro; y es que acaso ¿los servicios de inteligencia y los órganos de vigilancia no estaban enterados de la vida que se daba el ex gobernador? ¿Tuvo que venir un periodista a destapar la caja de Pandora? Duarte no se hizo de la noche a la mañana, alguien tuvo que haber sabido lo que sucedía. Es aquí donde los ciudadanos tenemos que poner el acento, porque si las instituciones encargadas de vigilar no están siendo competentes, el periodismo es el cauce natural que debe ser fomentado para terminar con estas malas prácticas.
Desde hace bastante tiempo, una noticia con tanta expectativa en México no surgía antes de que las ediciones de los diarios cerraran. Esta vez ocurrió. Con un tino periodístico, la noticia escandalosa se hace presente siempre en domingo y, por ende, su discusión en los espacios informativos a lo largo de las próximas semanas será vasta. Ojalá que en todos ellos y en la conciencia de millones de mexicanos se subraye y repita la misma consigna: Sí, merecemos justicia. No vaya a ser que existan errores en el tan defendido debido proceso y esta captura sea sólo propaganda y Duarte quede libre.
https://www.youtube.com/watch?v=VeeaPGSVcZ0