Suede repitió en el Corona Capital, en esta ocasión para hacer un anuncio inesperado. Liderada por Brett Anderson, los ingleses considerados pieza fundamental para entender los orígenes del britpop, se presentaron en el escenario Corona.
Las luces se apagaron y en pantalla apareció un fragmento del arte conceptual de su más reciente producción Night Thoughts, lo que daba pauta al inicio de lo que minutos más tarde sabríamos sería su último show antes de anunciar una pausa de dos años.
“Sabotage” y sus toms marcaban el ritmo, Brett les respondía con un “love is sabotage”, y como si la máquina del tiempo funcionara, el repertorio nos remitió dos décadas atrás en el tiempo con canciones como “Flashboy”, la emblemática “Trash” y “Animal Nitrate” que hizo olvidar al público multi generacional, las gélidas condiciones climáticas al oriente de la CDMX.
Uno de los momentos que marcaron a los asistentes ocurrió cuando Brett Anderson decidió bajar del escenario para cantar “The Drowners”, mientras saludaba sus más aferrados fanáticos. El carisma y personalidad nata del frontman, invadieron la valla del escenario que por instantes parecía no existir, al igual que el largo del cable de su micrófono con el que acostumbra jugar sobre y bajo el stage.
La brecha multigeneracional entre los asistentes fue muy marcada, algunos que vivieron en su adolescencia el nacimiento de Suede, y otros que quizá tenían pocos años de conocer la magia de una de las bandas subestimadas de principio de la década de los noventa, que pasaron a segundo plano durante la guerra medíatica del Britpop entre Oasis y Blur.
A punto de culminar el show, la banda anunció el retiro temporal del estudio y escenarios, conmocionando al público que aún se encontraba en estado eufórico después de haber escuchado “Metal Mickey” y “Beautiful Ones”. Lo que parecía el adiós, sólo se convirtió en un encore desconcertante de un par de minutos que se irrumpió con el regreso de Brett Anderson acompañado de una guitarra acústica para convertir “She’s In Fashion” en una linda y nostálgica despedida.
Nota a título personal: Regresa Suede.
