Del dibujo a la música: GRIM presenta 'Black Mood' en el FIC
Una de las grandes recompensas que año con año nos regala el Festival Internacional Cervantino (FIC) es el poder conocer un poco más sobre la cultura de otros países, invitando en cada edición a una nación específica a traer proyectos que nos den a los nacionales una idea de lo que se está haciendo en aquel punto del planeta. En esta edición número 50 del festival, Guanajuato recibe a Corea. Uno de estos talentos imperdibles, es el grupo Grim con su material Black Mood.
Grim es un grupo músical tradicional coreana que combina sonidos y herramientas de la música moderna, respetan la instrumentación original como el uso del gayageum, instrumento de 12 cuerdas que simboliza los 12 meses del año; el haegeum, con dos cuerdas, se toca en postura vertical y cuenta con diferentes percusiones que el músico ejecuta sentado en el piso. La agrupación también involucra un bajo eléctrico, un teclado, flauta transversal y secuencias electrónicas que terminan por darle una identidad única a Grim.
Los integrantes del grupo son Jung Jinwoo, Kim Minjeong, Lee Woo Young, Chang Kyung Hee, Lee Na Rha y Kim Joori.
Para su presentación en el FIC, los Coreanos prepararon una presentación en el Teatro principal de Guanajuato en la que tocaron su material discográfico lanzado el año pasado, Black Mood, una experiencia sonora que parte de la pregunta sobre cómo se escucharían ciertas obras plásticas coreanas hechas con tinta.
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Los músicos rescataron algunas obras de los pintores más reconocidos a finales de la dinastía Joseon y les dieron una reinterpretación para pasar esos mensajes o sensaciones del sentido de la vista al del oído. Estas obras visuales narran la historia de la pintura en Corea, ahora esta historia también puede ser escuchada.
Algunos de los los temas interpretados fueron “Reflection”, “Letter”, “Dark and light”, “Dry and Wet” y “Time of the paradise”. Al sonar estas canciones en el recinto una pantalla detrás del escenario se iluminaba con las pinturas correspondiente a la pieza y una descripción de cómo se hizo esa obra en pintura y cómo ellos la transformaron en música.
La voz también tuvo un lugar privilegiado en la presentación a través de combinar cantos tradicionales que pasaban a un canto de post-rock. El público también formó parte del performance con sus aplausos al ritmo que la vocalista indicaba. Se vivieron momentos tranquilos que rozaron la etiqueta de ambientales y otros que hasta se podrían considerar dentro de la rudeza del post-rock.
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