Conoce el "Savanna Bass" con Onipa
“Onipa se armó a través de varias amistades a largo plazo. Conocí a Kweku en 2012 mientras hacía un disco para Chief Rockas, uno de mis otros proyectos con el productor Daniel Tuffs, quien se topó con algunos videos de K.O.G y realmente le gustó su estilo. Kweku había estado haciendo reggae exclusivamente y no estaba al tanto de la creciente escena de la música africana en vivo en el Reino Unido. Le mostré mi banda, Nubiyan Twist, y despertó el deseo de profundizar en sus raíces africanas”.
Tom Excell
We No Be Machine de Onipa es el #Extracto909 por Ibero 90.9. El álbum debut del dúo de ghaneses, lanzado por Strut Records, es una propuesta que logra una conexión profunda entre Ghana y Londres, una muestra perfecta de afrofuturismo con la mezcla de un choque de culturas.
La banda, con sede en Londres, conjuga el sonido optimista del joy de vivre de Ghana con ritmos funky y electrónicos que te contagian. El sonido de ONIPA es amplio, melódico e innovador, pero a la vez está muy en contacto con la tradición musical africana. La banda está formada por el guitarrista y miembro fundador Tom Excell, el vocalista Kweku Of Ghana (también conocido como K.O.G.), Dwayne Kilvington en los sintetizadores y Finn Booth en la batería.
En We No Be Machine, la banda fusiona una gran cantidad de influencias africanas con sonidos en vivo y electrónicos para crear piezas únicas. Por un lado lo tradicional, rítmico y colorido del centro de África, y por el otro, lo electrónico espacial/experimental con buenas rimas, hacen de este trabajo algo excepcional. Son diecinueve tracks entres los que hay varios puentes musicales que conectan canciones hipnotizantes y delirantes, todo esto para crear el sonido que ellos mismos han llamado Savanna Bass.
El álbum abre con “We No Be Machine”, track que da título a esta placa. Este es un tema con una suavidad sonora amenazante, es decir, sonidos delicados de sintetizadores que se conjugan con diversos elementos acústicos, un rapeo delirante y coros africanos, elementos que de inmediato te sumergen en el reino de Onipa, un espacio lejos de un lugar común, pero con referencias que conectan con tu psique inmediatamente. Imposible no quedar enganchado con este arranque.
“Mr. Ali” es un interludio de algunos segundos en donde escuchamos una conversación en la que uno de los interlocutores dice “Everybody like music / And they want happy.” Y esto parece ser el mantra del álbum completo.
En “Yenimno” nos lleva de manera más profunda a los africanismos, con un alto nivel de percusión y un ambiente festivo. Con pocos elementos sonoros, pero con una interesante complejidad en la ejecución, el tercer track de este debut es perfecto para el gozo del baile, del cuerpo, de la naturaleza, del contacto carnal e incluso, para el gozo de uno mismo.
“Hey No I Say” es un prendón instantáneo. Una mecha sonora muy corta que revienta rápidamente en una estructura primitiva de percusiones, con sintes, delays y diversos estilos de voces que nos remiten a una congregación espiritual. Una terapia para el cuerpo y para la mente.
El séptimo track del álbum, “Fire”, hace honor a su nombre. Breakbeats sostienen una línea de bajo muy bien elaborada que brinca con mucha facilidad de un tono a tono, y que sostiene la pieza. Melodías de teclados, efectos bien equilibrados en las voces estilo grime y excelentes solos de guitarra.
"La mayoría del álbum fue construido electrónicamente para empezar. El proceso de composición más común implica que Kweku y yo usemos el estudio para intercambiar ideas entre nosotros antes de llevarlo a la banda. Pero nuestra música siempre tiene un espíritu vivo; usamos la computadora para componer, pero siempre se finaliza en vivo. A veces, los elementos electrónicos dicen lo que queremos que digan, por lo que los dejaremos o los desarrollaremos en esa dirección. Otras veces, una melodía se siente bien para grabarse completamente en vivo”.
Tom Excell
“Makoma” es un track juguetón, el tipo de rola que escucharías al llegar a un paraíso tropical mientras te cuelgan flores a cuello y te ofrecen una bebida fría. La voz de Wiyaala le mete aún más frescura a la canción. El objetivo de esta pieza es disfrutar de la vida ante cualquier adversidad.
“Free Up” es un viaje. Un bajo de trap, percusiones y programaciones bien conjugadas; una combinación riquísima de street raping con cánticos africanos, elementos tropicales y africanos, y una marimba muy presente que nos invita a cerrar los ojos y visualizarnos en alguna playa en la que partimos de un machetazo un coco por la mitad. Con la participación de Syntax, Spoek Mathambo y Morena Leraba, este es un tema más complejo en su propuesta, pero libre de complicaciones.
“Sohaa Gb3k3” te invita a mover todo el cuerpo. De arriba a abajo, y de regreso. Con voces que rememoran ciertos trabajos vocales de Roots Manuva, este es un tema desafiante y con una personalidad más in your face a diferencia de otras piezas del álbum. El bajo captura la atención en cada intervención.
“Onipa” es una canción festiva, tal vez la más “normal” del álbum en cuestión de estructura y estilo. Bajos y guitarras bien amarrados y constantes sobre un beat sencillo 4/4, son el cimiento perfecto para la hermosa voz femenina de Wiyaala en esta pieza que pudiera ser la más pop o el sencillo ideal para aquellos oídos que prefieren algo más cercano a lo que ya conocen.
We No Be Machine es una excelente producción sonora, un arrebato de aire fresco entre las novedades musicales del momento, un trabajo redondo. Este es un debut soñado para cualquier banda.