Noches cósmicas y de sensualidad con Hollie Cook
La noche del sábado 1 de octubre, la Ciudad de México presenció un hipnótico espectáculo “orquestado” por la británica Hollie Cook. El reggae-pop de la cantante iluminó el escenario del Frontón México, ubicado en el corazón de la ciudad, a unas cuadras de la Alameda Central.
Con este espectáculo inicia su gira de octubre con el material Happy Hour, lanzado el pasado 24 de junio a través de Merge Records. La artista visita nuestra ciudad con un sonido moderno. Este año Hollie ha profundizado su exploración de sonidos y nos propone un reggae pop lleno de sintetizadores, letras románticas y sensuales ritmos del R&B.
En punto de las 8:30, la mexicana Olinka inauguró la noche de música con una energía positiva y libre. Sus letras invitaban a lxs asistentes a reflexionar sobre el amor, la naturaleza y la equidad. Su poderosa voz y su cálido carisma pusieron a mover el cuerpo al público, quien se preparaba para recibir a la británica. Tocó durante 30 minutos y cariñosamente agradeció a quienes asistieron. Te invitamos a conocer más sobre Olinka, checa su arte dando clic aquí.
La cantante y el recinto se lucieron con la puntualidad. Exactamente, a las 9:30 las luces rosas iluminaron el escenario y los músicos tomaron sus lugares e iniciaron tocando “Happy Hour”, unos segundos después Hollie Cook salió vistiendo una túnica de seda color rosa con amarillo. Cálidamente, saludó al público mexicano y agradeció la visita. La energía de la artista inmediatamente prendió a las y los asistentes, quienes comenzaron a moverse al ritmo del bajo y de los coros sensuales de la artista.
Acompañada por la guitarra, el bajo, la batería, los teclados y sintetizadores, Cook hipnotizó a los y las más de 200 espectadoras con sus movimientos de manos y caderas. A una hora de haber iniciado el show, el centro presenciaba una noche mágica. El público bailó con armonía y gozó cada una de las notas que la banda interpretó. La calidad del sonido se destacó por ser limpia y consistente, lo que permitió que la británica se desplazará sin preocupación durante una hora y media. La noche avanzó con “Kush Kween”, “ 99” y “Postman”. Entre los éxitos sonaron sus clásicos “Milk and Honey” y “Shadow Kissing”.
Tras interpretar “Unkind of Love”, la artista desapareció unos segundos del escenario y regresó sin su llamativa túnica, dejando a la vista un vestido corto negro y sujetando una bandera de México. El cambio solo permitió que sus movimientos fueran más amplios y marcados y la energía comenzó a llegar a su punto máximo de la noche.
Una energía mística e íntima se vivía entre quienes soltaron el cuerpo y la mente al sonido del reggae moderno. La cantante se veía confiada y alegre, contenta de regresar a los escenarios. Entre canciones, Hollie platicó con el público y expresó desear poder hablar más español. Frases como “Muchas gracias, Ciudad de México” y “Salud” fueron contestadas con gritos y palmadas eufóricas por parte de sus fans. A unas cuantas canciones de concluir con el espectáculo, voló al escenario el ya tradicional peluche de Doctor Simi. La artista con amor lo recogió, observó y bailó cariñosamente a su lado.
Con un escenario iluminado por luces de colores rosa, verde, amarillo y azul, Hollie Cook se despidió del público mexicano, quien se encontraba agradecido por tal noche de goce musical. Pasadas las 10:30, el escenario se prendió y los espectadores satisfechos y alegres comenzaron a vaciar el Frontón. Una noche de música, rodeada de libertad y mucho goce.
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