Check Your Head, la vanguardia profética de los Beastie Boys
¿Conocen Brooklyn? Para quien no conozca Brooklyn, de alguna forma para ilustrarlo, este barrio es como Neza –¿O Neza es quizá como Brooklyn?–; es una ciudad dentro de una ciudad, un barrio duro, de tipos curtidos, multicultural, donde viven pobres y las clases medias –por lo menos antes de que Brooklyn se convirtiera en el epicentro de lo hipster y la gentrificación–.
De la amplia gama cultural que ofrece Brooklyn para el mundo, de todos sus artistas, los cuales son muchos, sobresalen tres individuos judíos. Aunque para ubicarnos en este momento, 1992, son tres tipos rehabilitados –por así decirlo–, de la vanalidad de la música de los 80 gracias al budismo. Mike Diamond, Adam Horowitz y Adam Yauch, son los chicos despreciados de la cultura hip hop por la nueva generación de la misma, la de la era de las bandas y solistas del gangsta rap.
Después de 10 años de andar en el camino y de un lustro de haberse convertido en el primer acto de rap en obtener ventas certificadas con diamante en Estados Unidos, los Beastie Boys, nombre oficial de estos tres héroes de Brooklyn, le demuestran al planeta que son capaces de reinventarse una y otra vez, y otra vez, y otra vez ad infinitum.
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Para 1992, los chavos bestia habían entendido que su lugar en la música era precisamente el de ser músicos y melómanos completos. A diferencia de la mayoría de los artistas de la cultura hip hop “Los BB” son capaces de explorar todas sus facetas musicales en tan sólo 50 minutos. Desde el punk y el hardcore que los vio nacer, hasta las fusiones mestizas que bien conocieron en alguno de los cinco barrios, donde latinos, negros, judíos, rockeros, amantes del funk y el soul, y por supuesto jazzistas, se encontraban conviviendo en las mismas calles.
Check Your Head tercer larga duración de los Beastie es para la mayoría de los críticos especializados la pieza más sofisticada y vanguardista en la discografía del trío. Una historia que presume tener piezas impecables, profundas y artísticamente valiosísimas, desde sus gamberradas que hoy podrían ser presas de la cultura de la cancelación de su primer álbum Licensed to Ill; su segunda pieza Paul’s Boutique, donde los sampleos y la psicodelia son llevadas al extremo en lo que definitivamente es una de las evoluciones del rap, disco al que sólo se le compara la primera pieza de De La Soul; su quinto álbum Hello Nasty donde volvieron a conquistar al mundo entero o su siguiente pieza de cortes originales, su saludo y homenaje posterior al 9/11, a la tierra que los vio crecer; To The Five Borrows, en donde -sin pena- le muestran a todos su lado nerd al salir vestidos como los tres principales personajes de Viaje a las Estrellas.
Todas las sofisticaciones y avances que los Beastie Boys lograron en su carrera tuvieron su primera cúspide en Check Your Head, un álbum total y completamente diferente al rap de su momento. Una época donde ya se reconocía a la cultura hip hop dentro de las muchas fusiones que el rock ha tenido. Para esas alturas el rap ya había pasado por muchas fases: desde los vestigios del Studio 54 y las cajas de ritmo primitivas, hasta la furia y misoginia de los gángsters en ambas costas de los Estados Unidos, pasando por el más descarado de los productos comerciales con MC Hammer y Vanilla Ice.
Para los Beastie Boys, en su tercer álbum, el rap es sólamente una parte del intenso patrón de sonidos que integran esta obra, que es capaz de samplear a The 5th Dimension y Bob Dylan, con artistas funk de los 70, del catálogo de Stax Records. En el álbum conviven Jimmi Hendrix y Ted Nugent, o Money Mark –excelso tecladista experto en el Moog–, y Mario Caldato Jr. Por cierto, esta dupla a partir de este disco será como el quinto y sexto Beastie, el título del cuarto, le pertenece a Kate Schellenbach.
Seis sencillos de éxito visual en MTV; dos millones de copias vendidas tan solo en Estados Unidos; una iconografía inspiradora, cortesía de Glenn Fridman, autor de imágenes iconográficas de bandas como Suicidal Tendencies, Slayer o Black Flag; el inicio de su flamante y efímero sello Grand Royal; además del comienzo de su época más grande que va de Check Your Head y continúa con Ill Comunication, se extiende con su álbum jazz The In Sound From Way Out y que concluye con su segundo punto más alto de fama, Hello Nasty.
En "So Whatcha Want" viven el soul, la psicodelia y el rap tradicional; "Gratitud" y "Pass the Mic" son piezas de rock al estilo del low fi que hizo tan famoso a Pavement y que inspiró en el futuro cercano a Beck y Blur; "Time for Living" los regresa a sus orígenes punk; "The Maestro" y "Something’s Got To Give” tienen tanta influencia latina que bien podrías hacer piezas de Malo o El Chicano
Con Checa tu cabeza los Beastie Boys maduran en absoluto y trascienden. Quizá sin quererlo, al aplicar ese principio máximo del buda que nos dice que el principio de la infelicidad es el deseo, simplemente se dejaron llevar y nos dieron una obra de música alternativa que a 30 años sigue siendo un álbum fresco, vanguardista y arriesgado.