Por Iván Martínez El aclamado director esloveno Tomaž Pandur y la compañía del Teatro dramático nacional de Liubliana presentarán los próximos 16 y 17 de octubre en el 43 Festival Internacional Cervantino una versión singular del Fausto de Goethe, una de las obras capitales del autor y producto de antiguas leyendas medievales y símbolo del eterno dilema humano por la sabiduría y la ambición. En esta singular adaptación Pandur y su compañía cambiaron los papeles de la obra original y es la familia del estudioso Heinrich Faust y no Mefistófeles -interpretada en el montaje por Igor Samobor - la que atormenta al atormentado personaje.
“En la actualidad nosotros vendemos nuestra alma todo el día como un acto regular. Estamos firmando contratos todos los días en los bancos, firmando contratos privados a diario, estamos vendiendo nuestra alma como un acto regular”, apuntó Pandur sobre su obra que lleva el clásico alemán sobre un atormentado Fausto llevado al límite por su propia familia, el amor, el ansia por saber y trascender y hallar el sitio que ocupa él mismo en el universo, entre otros sentimientos universales.
“No es un Fausto Cualquiera, es un Fausto de nuestros tiempos, es Goethe puro enriquecido por la experiencia de nuestros tiempos”, dice Pandur, en un montaje basado en la óptica promovida por el esloveno como “teatro de alta definición”, enriquecido por escenografía basada en proyecciones de elementos medievales extraídos de viejos grimorios de astrología y magia medieval, y una dramaturgia aportada por Livija Pandur recargada en los colores negro, blanco y rojo.
Pandur es considerado un renovador del género y fue director artístico del Teatro Nacional Esloveno de 1989 a 1996. Como se lee en su artículo en Wikipedia, el artista se dio a conocer a nivel nacional en Eslovenia con su primer montaje profesional, Sherezade, en 1989 y prosigue en la actualidad en giras nacionales e internacionales con su actual compañía, PandurTheater. “Nosotros somos de una parte de Europa conocida por guerras, violencia y por el otro lado somos de un país de poesía, idealismo y utopía y por ello me parece que tenemos mucho en común (con México), opinó Pandur.
