Cambios y nostalgia encapsulada en lo nuevo de Wet Baes

Changes es el nombre del álbum debut de Wet Baes y de título homónimo se desprende este nuevo sencillo que trae consigo ese sonido tan suyo, ese sonido que permea las caderas con sintetizadores refinados y vocales que inspiran atardeceres neones. Estas características le han valido para convertirse en uno de los referentes musicales del país en cuanto a nuevas propuestas se refiere.

Andrés Jaime, un productor que no debe rebasar los 20 años, llega al 2017 con la misma esencia de Youth Atraction, su primer EP, pero con una visión más amplia de lo que es la producción de sus propios temas, incursionando más en las letras, mientras que a la hora de cantar, su voz y las pistas empatan de maravilla. Es así como logra encapsular la nostalgia y alegría de una época para convertirla en once temas llenos de toques disco, new wave y un poco de swingbeat  a la hora de las percusiones. De manera modesta, Wet Baes no considera que a la hora de producir, su proceso creativo resulte algo extraordinario, sin embargo, siempre resulta fructífero ahondar en el valor intelectual de un nuevo material. Por este motivo, Andrés respondió un pequeño cuestionamiento para conocer más de Changes:

 

 

¿Cómo es el proceso creativo de Wet Baes?

Wet Baes: Hago música como cualquier otro productor de alcoba. Todo viene siempre de alguna idea que se me ocurre a la hora de manejar, mientras me baño,  incluso con tan solo tararear funciona. Después, lo aterrizo y creo maquetas pequeñas, loopcitos con la idea en concreto, así poco a poco surge la canción. Es como tener un lienzo en blanco y un buen de botes de pintura, tienes la libertad absoluta de dejar ir tu mente y alcanzar la vibe que quieres sin límites de ningún tipo.

¿De dónde viene esta pasión hacia los 70’s 80’s?

WB: Creo que siempre he vibrado con muchos elementos relacionados con la música de esas décadas; sea la textura de los sonidos o las letras, simplemente me gusta y me siento identificado con la vibra de los artistas y bandas que pertenecen a esa corriente, así como también con la estética y hasta cierto punto la moda.

 

 

¿Qué tan importante es que tu música suene a la época en la que vives?

WB: Creo que combinar el mundo del pasado con todo lo que sucede en estos momentos en la música y en distintos ámbitos, te puede llevar a gratas sorpresas auditivas. Es como cuando rehicieron The Legend of Zelda: Ocarina of Time con gráficas en 3D. No estoy diciendo que el juego original deje de ser lo mejor, pero simplemente es un upgrade, un plus placentero. Me gusta darle a mi manera, un plus a un sonido que se originó hace 30 o 40 años, porque es abrirle otra puerta a ese sonido y no dejarlo morir nunca.

¿A qué sonará Wet Baes en su próxima producción?

WB: El nuevo disco es una combinación de algo viejo con algo nuevo. La mayoría de las canciones salieron de melodías que compuse ó tuve en la cabeza desde hace rato, inclusive desde antes de la formación de mi ex banda, cuando aún usaba Garage Band y subía demos horribles a otro soundcloud perdido por ahí del 2011, 2012. Para este disco fue muy necesario revisitar todo ese trabajo perdido y darle un nuevo sentido y sonido. Con este nuevo material pretendo poner a todos a bailar en un sentido más profundo, quiero invitarlos a bailar consigo mismos, que abracen lo que son sin importar lo que suceda afuera, para caer en la reflexión de que al final del día lo mejor que tenemos somos nosotros.

Antes de que el productor de la Ciudad de México consolidara el proyecto de Wet Baes, era parte de Affer, una banda de soft disco que sonaba exquisito. Después de un EP, Affer pasó a segundo plano cuando cada uno de los integrantes tomó su camino para seguir en solitario.  Sin embargo todos estos cambios han sido para bien, puesto que se vislumbra un panorama fuerte y claro para Andrés en sus próximas presentaciones en Bahidorá, SXSW y Pa’l Norte. Lo de Wet Baes es retomar algunos elementos del pasado para construir poco a poco su futuro.

ANOHNI estrena "Paradise"

14 FESTIVAL DE CINE JUDÍO EN MÉXICO: FIEBRE AL AMANECER