Caifanes: la metamorfosis de un sonido propio
¿Recuerdan que sucedía en el mundo en el año de 1994? Para quienes son de la vieja guardia y para quienes aún babeaban en su cuna, ese año convulsionó al mundo…
En Estados Unidos, Brasil se coronaba campeón del mundo ante la Italia de Roberto Baggio y Michael Schumacher se convertía en campeón de Fórmula 1 por primera ocasión, al tiempo que la máxima categoría del automovilismo despedía a Ayrton Senna.
En la música, la banda de grunge Nirvana ofrecía su última presentación en Alemania, para semanas después ser sorprendidos con la partida del plano terrenal de Kurt Cobain.
En México la banda de rock Café Tacuva lanzaba su disco Re. Y sí, Caifanes editaba y publicaba su último álbum de estudio El Nervio del Volcán, mismo que tuvo gran éxito entre sus fans y que los llevó a ser teloneros de los Rolling Stones. Posteriormente la banda se separaría de forma indefinida, por discordancias internas entre sus miembros.
Para 2011 y con una pausa musical, (por muchos suplida espiritualmente por la banda Jaguares). Se dio a conocer que el cuarteto conformado por Alfonso André, Saúl Hernández, Sabo Romo y Diego Herrera, volverían para una presentación en el Festival Vive Latino.
Transcurrieron 20 años de aquel Vive Latino y 25 desde la edición del último material inédito de la banda.
Este año Caifanes nos sorprendió con el lanzamiento de “Heridos”, tema musical que se ha convertido en todo un reto para la banda que decide volver cuando la industria de la música ya no es la misma.
A su llegada a las diversas plataformas de streming “Heridos” tuvo una muy buena recepción por parte de sus fans. Para muchos, marca el regreso de la banda a sus raíces y aquel mítico disco homónimo de 1988. Aunque claro, sin la colaboración de Gustavo Cerati —Guitarra en “La Bestia Humana”—, pero sí con la muy peculiar tesitura vocal de Saúl Hernández y todo el talento del cuarteto de chilangolandia.
No te pierdas la charla que tuvimos con Caifanes. Hablamos acerca de su trayectoria, su evolución musical y sobre todo, no podíamos quedarnos con la ganas de preguntarles: