Texto por David Ruano @Medoriorules y Eduardo Cruz @Lalo_Croix
Fotografías de Andrea Robles @Paulette_Ortega y Misael Garrido @michog.casas
La séptima edición del Festival Marvin se llevó a cabo este sábado 20 de mayo, una increíble verbena que reunió diversas propuestas musicales, artísticas y de la comedia.
Con un verdadero bochorno, casi alucinante, el público arribó al Escenario Heinz en el Parque España, lugar donde iniciaron las actividades con el synth pop de Kristin Kontrol, un show lleno de energía y beats que nos transportaron a los ochenta. Acto seguido, El David Aguilar acaparó la atención con sus temas, un estilo mexicano ensalzado con folk.
Mientras tanto, a las afueras del Salón Pata Negra se daban cita los amos del micrófono para tirar rimas más tarde. Karma Dhiluz se encargó de abrir este foro, además de invitar al escenario a Lng/SHT , claro, sin olvidar sus “Llaves, teléfono y cartera”.
La Orquesta 24 Cuadros hizo suyo el Parque España. Nos llevo “Hasta el sol”, tema muy acorde con el clima, pero nada que pudiera remediarse con una buena bebida refrescante.
Tiempo de moverse a otros puntos del Circuito Roma-Condesa, pues uno de los encantos del festival es pasear por sus calles, conocer su gente y la variedad infinita que hay de comida. La zona está llena de sorpresas inagotables. Una de las opciones para “llegar más rápido” a los demás escenarios es el Turibús, viaje extremo ideal para los amantes los árboles.
Salón Acapulco puso los ritmos caribeños y el baile, mientras que el Multiforo 246 puso las cervezas, donde lo único que faltó fue el sonido de las olas para tener la experiencia completa, nuestra propia playa citadina. Fueras solo o acompañado, el instante invitaba a cierta sensualidad a la que era imposible resistirse.
Los Viejos le hicieron honor al escenario que les tocó inaugurar dentro del Festival Marvin. El Foro Bizarro se llenó de estruendo con este dúo que, seguramente, provocó el primer slam del sábado. Desde temprano, se vivió la intensidad del hardcore con esta banda que alteró los oídos del público, sorprendiendo a propios y extraños.
Por su parte, No Age tampoco quiso quedarse atrás. Guitarrazos y gritos al puro estilo noise patrocinaron un festejo salvaje e irreverente con slam como aderezo, que hizo vibrar el suelo del Salón Covadonga.
Para bajar los decibeles un poco, no hubo mejor idea que pasar con Los Veltons al Escenario Levi´s en la Cantina Covadonga, una presentación íntima, muy buena para seguir relajado.
El power trío femenino originario de Tijuana, Mint Field, le puso el toque shoegaze necesario al Marvin. Sus ambientaciones eran perfectas para ponerle pausa a la fiesta sin perder el ritmo, el público entró en contacto con sensaciones que nadie más logró. Un gran detalle fue la venta de su mercancía oficial, pues las playeras eran bordadas y su material se vendió en cassettes. Al parecer, los noventa no están muertos.
La La fue una propuesta interesante para el festival. Esta cantante de Perú se vio acompañada por una instrumentación única como el contrabajo, el cajón y demás elementos acústicos que hicieron resaltar su voz sensual, romántica y melancólica. El Cinespacio fue idóneo para estar ese fragmento de la tarde, mientras esperabas varios momentos intensos que estaban por venir.
Desde Venezuela Mcklopedia puso las rimas y la conciencia política. No sólo interpretó su mayor éxito que habla sobre la friendzone, sino que también explicó los problemas que vive su país natal, una versión muy distinta a la difundida por los medios de comunicación. Los asistentes de la Cantina Covadonga se conectaron de inmediato con el músico, dejándose llevar por el flow de sus versos. Incluso, alguien del público mostró una bandera venezolana como apoyo.
También hay que destacar el arte que acompañó el Circuito Roma-Condesa. Manos que hicieron las veces de tótem adornaron la vista, así como la alegría que se desbordaba dentro y fueras de los foros.
De regreso en el escenario de Cinespacio, The Wheels espolvoreó a los asistentes sus melodías cósmicas. Una experiencia con sabor psicodélico donde Guille Borrás, vocalista de la banda, remite mucho a la voz de John Lennon.
Ya envueltos con la parafernalia nocturna, La Suite Bizarre se subió al Escenario Heinz para mover a la audiencia con su electrizante dance, en ocasiones sexual a manera de pócima vigorizante.
La última propuesta musical en el Parque España estuvo a cargo de La Vida Boheme con su electro-rock a conciencia. Una de las presentaciones imperdibles del talento latino en el Marvin, puso a vibrar los cuerpos de nacionales y sus paisanos venezolanos.
La celebración continuaba y con ellos el baile frenético. Beats corrosivos y luces palpitantes fue lo que trajo Faire desde Francia, con su acto que alienó a los asistentes de la Cantina Covadonga en una especie de aquelarre psicótico. Todos brincando, sacudiendo el cuerpo y gritando en una de las mejores presentaciones del día.
En el cierre del escenario en Salón Covadonga la gente se aglutinó para ver a Thieves Like Us. Con un poco de retraso por problemas de audio y la búsqueda de un sonido perfecto para la ocasión, los asistentes comenzaron a desesperarse, pues en repetidas ocasiones se truncó el inicio de su presentación, pero la espera valió pena. El público coreó, brincó y bailó de principio a fin. Y sí, tocaron “Drugs In My Body”.
De esta forma se vivió parte del Festival Marvin 2017, ocasión que ameritó grandes presentaciones de talento consolidado y varios proyectos emergentes a los cuales hay que seguir la pista. La magia del Marvin ocurrió una vez más.
¡Nos vemos el próximo año!