Los ánimos se encontraban altos en la última noche del Festival Neutral. La victoria de Chile en la Copa América funcionaba como aliciente para el público mexicano y los artistas del festival de procedencia chilena. Al entrar a SALA, lo primero que resaltaba es un grupo de jóvenes Chileliebers que aventaban globos y cantaban de manera desafinada las canciones de Ases Falsos y Pedropiedra que suenan en los altavoces.
Todo inició con una capa de pop etéreo que recibió a Coiffeur en el escenario acompañado de percusiones eléctricas y un sintetizador para interpretar “Pieles”. El argentino, cuyo porte no fue diezmado por la derrota de su selección, realizaba muchas coreografías con la mano que fueron bien recibidas. La música del pampero tiene un dejo de los ochenta y se encontraba aderezada por estribillos contagiosos para que los cuerpos empezaran a moverse, mientras se respiraba un oxígeno sideral en el recinto. Sentidas versiones acústicas de “Vuelvas a Casa” y “¡Qué mala suerte!” mostraban un cambio sonoro profundo y sus raíces pamperas. Para finalizar, la disonante “Ovo” trasladó a la audiencia a una reversión de Flashdance.
La presentación de Fakuta empezó trastabillando por un inaudible sonido de SALA. La tímida chilena tardó en conectar con la audiencia, pero tuvo su primer fulgor con la interpretación tranquilizadora e inmanente de “Armar y desarmar”. Otro momento que elevó los ánimos fue cuando Pamela Sepúlveda invito a Coiffeur a bailar como robots y cantar a dueto “Domesticar”. También Mon Laferte subió al escenario para el downtempo de “Invisible”. Tal vez el momento más enternecedor de la noche fue después de interpretar “Aeropuertos”, donde Fakuta demostró su gran registro vocal y un empedernido asistente le regaló una flor. En los últimos instantes de “Despacio” llegó al ruedo la bailarina Yeimy Navarro, famosa por sus danzas con Gepe; Fakuta incendió el ambiente con su voz y el público empezó a jugar con globos en el aire. El único dilema de la presentación lo-fi de Fakuta es que la falta de intensidad llevó a una displicente monotonía y las fallas de llugar mermaron su calidad vocal.
Los estribos se perdieron cuando las bailarinas de Gepe entraron al escenario —un aplauso de pie para las dos artistas por su coreografías y los constantes cambios de vestuario—. El carnaval chileno comenzó con “En la naturaleza (4-3-2-1)” y la mancuerna de Daniel Riveros y Pedropiedra. Después Gepe recordaba la victoria de su selección con un “¡Arriba Chile!” y hablaba de compartir este estado de felicidad en una tierra tan querida para él como México. Durante el concierto, Gepe estrenó varias canciones de su nuevo disco Estilo Libre como “Marinero Capitán” y las hasta ahora desconocidas “Melipilla” y “Piedra contra la bala”. Al mismo tiempo, resulta impresionante descubrir que el público ya se sabe de pies a cabeza “Hambre” (una verdadera lástima que Wendy Sulca no saltara al escenario). Durante el concierto, el chileno celebró el décimo aniversario de Gepinto: “La enfermedad de los ojos” contaba con gotas lumínicas a partir del metalófono, mientras que las palmas del público marcaron el ritmo de “Namas”. El momento meloso de la noche se suscitó en la interpretación de ”Un día más” y “Fruta y té”, instantes para que el público quemara la garganta. Pedropiedra regresó al combate y acompañó a Gepe en la exquisita “Por la ventana”.
El primer desenlace se dio con la icónica “Alfabeto”, segundos donde las Chileliebers se consumieron en un amor platónico. Gepe dejó el escenario pero el respetable no estaba conforme y, finalmente, fue complacido. El cierre empezó melancólico con los rastros lastimeros y cortavenas de “Un gran vacío”, pero la pesadumbre murió con el frenético ritmo andino de “Bomba Chaya”; los pies terminaron taladreando como terremoto la calle de Puebla. Una linda noche chilena culminó el novel Festival Neutral. No sería raro que este evento siguiera expandiéndose y cada año tengamos un cachito de Chile en la Ciudad de México.
Fotos por Paulina Maqueda (@paumaq)