Después de una inauguración emotiva a cargo de Prehistöricos el día anterior, el ánimo del público parecía indicar una gran expectativa ante el debut de Protistas y el reencuentro de Ases Falsos y Pedropiedra con sus fieles seguidores capitalinos. Cada una de las agrupaciones sabían que la calidez del público mexicano merecía una presentación excepcional.
Sin hacer esperar mucho a los asistentes que desde muy temprano se encargaron de abarrotar los escalones de SALA, Protistas saltó al escenario para tímidamente dar inicio a la segunda noche del Festival Neutral. El peso de tocar en un terreno desconocido junto a la apatía de un público estático ante las canciones de su más reciente material Nefertiti dejaron al descubierto el nerviosismo de Álvaro Solar y compañía. Este factor pudo ser remediado a largo plazo por el entusiasmo frenético de algunos fans que poco a poco fueron contagiando a todo el lugar. Ya con una confianza implícita tras una respuesta gradualmente incrementada, los acordes principales de “Granada” funcionaron como la antesala de una explosión de cantos, gritos y saltos. Después de mucho trabajo, el público había logrado conectarse con la banda y, de la mano melodías como “Videocámara” o “Mi Pieza”, Protistas dio por finalizado un debut bastante aclamado.
Una vez más, con muy poco tiempo de espera y una gran emoción el ambiente, las luces de SALA se apagaron para dar paso a una de las presentaciones más esperadas del festival: los Ases Falsos estaban de regreso y, como por arte de magia, las paredes del inmueble rebotaban entre coros efusivos. No había quien no cantara “Venir es Fácil”. Sin acabar siquiera la primera canción, Cristóbal Briceño ya había tomado el control del público y del escenario, dejando al descubierto la gran experiencia escénica que caracteriza a la banda. Así, sin ningún silencio incómodo y con una gran respuesta, se fueron alternando las melodías tanto del Conducción como del Juventud Americana; daba igual si tocaban “Nada”, “La sinceridad del cosmos” o “Manantial”, todos cantaban de la misma manera, entregados ante cualquier movimiento dentro del escenario. Al haber hecho un aviso desde el inicio, dejando claro que la presentación consistiría en mucha música y poco diálogo, Cristóbal se detuvo por única ocasión para presentar dos nuevas canciones y dar la bienvenida a Daniel, nuevo baterista de la banda. Ell público decidió simplemente aplaudir y escuchar atentamente. Poco después toda la atención sería retribuida con “Simetría”, melodía que logró sacar algunas lágrimas a los asistentes y que, ligada a “La gran curva”, daría por terminada una presentación inolvidable para los Ases Falsos.
Ya con menos gente y con un poco más de tiempo entre bandas, Pedropiedra se mostró en el escenario con la tarea de mantener la corriente de emoción y alegría que los Ases Falsos habían dejado en el ambiente. Casi a la par de haber comenzado a tocar, los cantos de sus seguidores retumbaron el lugar; entre bailes y risas los integrantes de la banda detenían su presentación de vez en cuando para hacer bromas ocasionales e interactuar con la gente. Trataban de que nadie se quedara estático ante los ritmos tropicales y las tonadas pegajosas del cantautor; incluso con las melodías más recientes como “La Balada de Jorge González”, los músicos obtenían respuestas. Fue así como después de canciones como “Sol Mayor”, “Pasajero” y “Vacaciones en el más allá”, los integrantes de la banda quedaron tirados en el piso solamente para interpretar una canción más antes de dar fin al segundo día del Festival Neutral.
Fotos por Daniel Hernández