Por: Misael Canales En 1980, el rock en México vivía una etapa complicada debido a lo sucedido en el Festival de Avándaro. Este género había sido vetado y castigado. No había conciertos tal como hoy en día y la música que llegaba al país era muy poca, sin embargo, el Museo Universitario del Chopo lo cambió todo.
Fue el 4 de octubre de 1980, cuando surge el Tianguis Cultural del Chopo con una exposición de portadas y revistas —promovida por Ángeles Mastretta, quien en ese momento era la directora del museo. Aquí —según nos comentó Alejandro "Dock" Mendoza— uno de los fundadores del chopo: “Varios melómanos llevaban bajo el brazo varios discos de importación, empiezan a platicar unos a otros y surgió un intercambio de música. En este intercambio es cuando surge el tianguis del Chopo, que no nace como tianguis, ya que todo era dentro del museo con tablones para que la gente colocara su material”.
El aforo fue tanto que se tuvo que abandonar el museo y salir a la calle. La siguiente sede fue en un estacionamiento ubicado en la calle Edison casi esquina con Insurgentes, sin embargo, platica el "Dock" que los corrieron de ese lugar a causa del Mundial de futbol de 1986, ya que según el gobierno eran una mala imagen para los visitantes. La siguiente casa del Chopo fue en un estacionamiento ubicado en Mimosas, detrás de la Vocacional 5, sin embargo conflictos con vecinos y un asesinato los obligaron a salir de ahí.
En 1988, después de haber visitado varios lugares, llegan a lo que denominan “La tierra prometida”, ubicada en Aldama y Luna en la colonia Guerrero. Es ahí donde el público pudo observar presentaciones de bandas como Guillotina, Café Tacvba, Transmetal, El Tri y bandas más nuevas como Enjambre. Desde ese año hasta estos momentos, ya se han presentado bandas de los cinco continentes y de géneros diferentes.
Ya sea por la fama o por la importancia en la cultura del Rock, el Tianguis Cultural del Chopo durante estos 33 años cuenta con diferentes mitos, por ejemplo aquel donde Paul McCartney, durante su gira The New World Tour en 1993, se disfrazó y fue a visitar dicho tianguis. “El chopo ha cambiado a través de los años”, comentó el Dock, además “Lo que en un principio era intercambio ahora es mucho más comercial hasta el grado de estar saturados de marcas. Inclusive, recuerdo que antes, cuando comprabas un disco, el vendedor te recomendaba bandas parecidas, ahora es difícil que suceda eso”. Este comercio ha llevado al Chopo por dos caminos, un desagrado por parte de quienes lo vieron en sus inicios y la aprobación de jóvenes que buscan encontrar una identidad alternativa.
A pesar de los cambios, el Chopo sigue siendo un lugar mítico y único para vivir la cultura rocanrolera, además de ser una opción para poder ver a bandas independientes en vivo, conseguir discos de colección y aprender la historia del rock. Tal como nos dijo el "Dock": “El espíritu del Chopo continua”.
Y para celebrar este 33 aniversario del Tianguis Cultural del Chopo y agradecer al "Dock" por la entrevista, les dejamos estas rolas que han sonado allá en Aldama y Luna.