¡Estamos listos para ver la rivalidad más antigua de la NFL!
Por: Omar García Cosío @omarrgc
Cuando se habla de los clásicos, el principio se convierte en un espacio de reverencia: “En un lugar de la mancha de cuyo nombre no quiero acordarme…”.
“Muchos años después frente al pelotón de fusilamiento…”.
“Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos”.
Mientras el año pinta las hojas de otoño, el escenario deportivo irrumpe con el regreso de la NFL, que además de la expectativa recurrente, este año se viste con la fascinación de los seres humanos con los números redondos: la temporada 100. La historia cobra vida con la sola cifra.
Y para esta historia, el verso inicial está escrito con la tinta más antigua y de mayor prosapia en el deporte: Green Bay Packers vs Chicago Bears. En el recurso romántico, los cascos de cuero y los llanos se difuminan con el negocio multimillonario y cosmopolita. En cuestión de números: los dos equipos más ganadores en la historia de la NFL: los verde y oro con 13 títulos y los de Illinois con nueve, el par de franquicias que acumulan más victorias entre las 32, más ingresos al Salón de la Fama y por supuesto, el enfrentamiento más repetido en este periodo: 199.
Pero ya en la circunstancia importante, que quitando cualquier otro marco mantiene la sustancia de este día da para pensar en un duelo para las épocas. Primero destacan los Bears, que sorprendieron el año pasado tras pasar del sótano en 2017 al campeonato divisional y quedarse a dos juegos del Super Bowl. Este año buscarán afianzar el nuevo dominio en el circuito, a pesar de la ausencia de Vic Fangio, quien dejó la coordinación defensiva por entrenar en Denver y de un Draft donde las primeras dos rondas se les resistieron por el traspaso de Khalil Mack, MVP del equipo el año pasado por mucho. En la ofensiva, Mitch Trubisky demostró ser confiable debajo del centro y parece que su único trabajo será sostener un nivel medio, la defensa se encarga del resto. La otra incógnita importante recae en cómo manejarán el calendario, pues pasaron de tener el rol más sencillo (estadísticamente) el año pasado a tener el quinto más alto.
Del lado de los Packers, la incertidumbre es total: Matt LaFleur ya disputó la pretemporada como el décimo quinto entrenador de Green Bay, pero aún falta por ver la química del esquema con la figura central del equipo: Aaron Rodgers. En comparación con Mike McCarthy, su predecesor, el sistema da un giro donde el Quarterback no necesitará alargar las jugadas (aunque es parte de su especialidad) y donde el juego terrestre se convierte en un contrapunto importante. Quizá la línea ofensiva tenga la respuesta más apropiada. En cuestiones defensivas, el reclutamiento colegial parece haber sostenido la partida de Clay Matthews, con ZaDarius Thomas y Rashan Gary, quienes presumen la velocidad que el All-Pro dejó de mostrar en la carga al mariscal.
Así, esta estirpe, lejos de condenarse cien años, sólo espera saber si su comienzo será escrito por la G o la C. Por lo menos clásico podemos decir que ya es.