Esto puede esperar Alemania con la llegada de la ultraderecha tras las elecciones — IBERO 90.9


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La llegada amenazadora de la ultraderecha en Alemania

Por Paco Barrera

Este 23 de febrero fueron las elecciones en Alemania para elegir a los miembros del Parlamento Federal o el Bundestag. A las urnas, acudieron cerca de 50 millones de ciudadanos a los centros de votación para elegir a sus representantes. 

Los resultados finales dieron la mayoría de los votos a la coalición de ideología conservadora de Partidos de la Unión (Unión Demócrata Cristiana de Alemania y Unión Socialcristiana de Baviera), partidos ya conocidos por los alemanes y el mundo, en especial por ser los grupos políticos que le dieron el poder a Angela Merkel por más de 15 años.

Esta vez, el próximo canciller será el conservador y antiguo rival de Merkel, Friedrich Merz, desplazando arrolladoramente al aún canciller Olaf Scholz en las urnas. 

Sin embargo, el otro partido que tomó protagonismo en estas elecciones fue el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania, un partido relativamente nuevo, con apenas 12 años desde su fundación. La AfD, por sus siglas en alemán, ha avanzado en popularidad dentro de la sociedad alemana, posicionándose como la segunda fuerza política en el Bundestag en estas elecciones, duplicando su porcentaje de votos de la última elección hace cuatro años y obteniendo 152 de los 630 puestos; solamente 12 lugares menos que la Unión Demócrata Cristiana.

La AfD es un partido de ultraderecha que ha recibido el respaldo internacional del vicepresidente de los Estados Unidos, J.D Vance y del magnate sudafricano-estadounidense, Elon Musk quien incluso participó en los últimos mítines de la campaña para demostrar su gran apoyo.

Por otro lado, la AfD tiene como lema: “ciudadanos libres, defendemos la democracia directa, la separación de poderes y el Estado de derecho, la economía social de mercado, la subsidiariedad, el federalismo, la familia y la tradición viva de la cultura alemana”.

Su ideología ha ido en camino al nacionalismo y antiinmigración, enfocándose en la población migrante islámica en Alemania. 

Se caracteriza por su rechazo a la Unión Europea, y proteccionismo comercial, es partidario de devolver las competencias a los Estados y defiende el nacionalismo alemán priorizando su identidad y cultura. No obstante, la figura principal a destacar dentro de la AfD es su co-presidenta y candidata a canciller: Alice Weidel. 

Weidel es el rostro de la ultraderecha desde 2017, año donde llegó a ser líder del grupo parlamentario de su partido en el Bundestag. Tras licenciarse en Economía y Administración de Empresas, fungió como analista en instituciones financieras como Goldman Sachs, Allianz Global y el Banco de China, trabajo que la llevó a vivir 6 años en el país asiatico. 

Pero son las discrepancias entre su espectro político y el personal lo que ha llamado la atención del mundo. A pesar de que su grupo político defiende la familia tradicional, la antiinmigración y el no implementar educación sexual en jóvenes; Weidel está casada con una mujer originaria de Sri Lanka con quién tiene 2 hijos adoptados. Pese a su vida personal, la AfD a su cargo ha experimentado mayor crecimiento y radicalización, especialmente en el área de la antigua Alemania Oriental. 

Aunque su pareja es mujer y ha formado una familia con ella, no se identifica como queer, ni defensora de los derechos de la comunidad LGBT+. Este posicionamiento ha puesto a debate si las causas de sexualidad y género son temas exclusivamente de movimientos de “izquierda” y cómo una figura política es capaz de hacer en la vida privada lo que rechaza en la vida pública. 

En una entrevista en 2017, Weidel declaró respecto a su sexualidad: “Como algunos quizá sepan, vivo con una mujer. Criamos juntos a dos niños. Soy homosexual. Estoy en la AfD no a pesar de mi homosexualidad, sino a causa de mi homosexualidad”, asi como "Estar a favor de la familia tradicional no significa rechazar otros estilos de vida… El hecho de que haya sido elegido candidato principal [del partido] demuestra lo tolerante que es". Esta posición política ha abierto cuestionamientos epistemológicos sobre ¿qué significa la familia tradicional? y ¿se puede estar a favor de eliminar la educación acerca de la sexualidad, identidad sexual y de género y, al mismo, tiempo practicar estos preceptos que se intentan negar? 

En los mítines proclama firme y amenazantemente un nacionalismo férreo, una Alemania fuerte y soberana. Eso sí, su hogar está en Einsiedeln (Suiza), donde vive su esposa, Sarah Bossard y sus hijos, y donde pasa más tiempo que en su distrito electoral en el lago Constanza.

Al día de hoy, sigue siendo una líder fuerte y firme, más de 10 millones de alemanesconfiaron en su partido, y por consiguiente en ella. Lo que queda en duda es si podráseguir convenciendo a la población a pesar de la contradicción de su vida personal ypolítica, donde existe una radicalización en crecimiento y llegando cada vez más alos extremos de la derecha.

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