Induciendo a la gratificación de masas, un festival a la vez
¿Cómo lograr la asistencia, permanencia y disfrute de la audiencia en una actividad al aire libre, en un entorno de carreras de caballos, contingencia ambiental, temperatura de 34 grados y lluvia?
Parece que la ecuación ya está resuelta pues la teoría de la comunicación en los usos y gratificación de masas ha demostrado que el placer del público puede provenir de tres fuentes distintas como mínimo: Estímulos culturales, exposición a contenidos artísticos y el contexto social. Esta mezcla de elementos es aplicada por el fenómeno del “branding” es decir, la gestión que está conformada por un conjunto de acciones relacionadas con el posicionamiento, propósito y valores de una marca.
En el festival Remind GNP la gratificación y activación de la audiencia se logró a través de acciones lúdicas: juegos de mesa tamaño jumbo, videojuegos, muros para escalar, stands que generaron la capacidad de abrir campos de interacción social entre adultos mayores, adultos contemporáneos, jóvenes e infancias.
En la música se presentaron sonidos retro - pop en la dirección del funk jazz contemporáneo con los proyectos nacionales No Funk Society, SZO y Natalia Marrokin; el funk-soul y afrobeat de Tlapalería Don Chuy, proyecto surgido en Aguascalientes, México; desde Guadalajara, la propuesta electrónica en fusión con hip hop y jazz de San Juan Project. Hasta este bloque musical la aceptación y baile de la gente fue recibida de menor a mayor intensidad.
Llegado el punto de los actos esperados y comprobados en el plano internacional, la energía y pasión de la audiencia se volcó en los escenarios. El góspel intergaláctico del afroamericano Adishaku detonó baile y sensualidad para los presentes; el folk-rock de la estadounidense Natále llenó de energía a la gran mayoría de espectadores; Buena Vista All Stars, desde Cuba, con algunos de los sones más representativos de la isla fue de lo más coreado y bailado en la tarde noche; y el rock latino de Aterciopelados fue el puente que llevó al entusiasmo y vitalidad para disfrutar del espectáculo basado en grandes éxitos del pop mexicano y norteamericano de Myst.
Ya entrada la noche, la gente reventó de emoción con los clásicos de la banda británica UB40, que no tuvo reparo en tocar buena parte de su repertorio poniendo a bailar a ritmo de reggae a la multitud. El cierre fue espectacular con la energía y la precisión coreográfica en el baile y las voces de satín de The Jacksons, quienes estaban acompañados de imágenes exclusivas de Jackson Five y que provocaron la nostalgia por la década del Motown.
Sin lugar a dudas hoy en día la propuesta de las marcas creadoras de eventos musicales combinados con la activación multidisciplinaria se presentan con intenciones cada vez más notorias: desarrollar una capacidad de proveer significado a la existencia y abrir campos de interacción social debido al arrollador impulso del capitalismo que termina por proyectar un sistema de vida global en el cual a través del consumo se tatúa en la memoria de la gente una experiencia facilitada por múltiples marcas de servicios y productos en una misma sesión, acto mucho más efectivo y duradero que la publicidad tradicional.