El tren y el hotel que prometen prosperidad mientras terminan con la selva
Los habitantes de Calakmul sí fueron consultados antes del arranque de la construcción del tramo siete del Tren Maya. La promesa del desarrollo económico y de incrementar sus ventas les hizo pensar en el megaproyecto como algo positivo para sus comunidades, pero hoy no están tan seguros.
Residentes de ejidos como 20 de noviembre o Castilla Brito aseguran que ante el anuncio del proyecto fueron visitados por funcionarios del Fondo Nacional del Fomento al Turismo y por ONU-Habitat quienes les explicaron que el proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador iba a traer más turismo y, a futuro, más educación, conectividad y crecimiento económico. Pero a días de la inauguración no saben cómo serán incluidos activamente en las actividades del tren.
El siguiente tramo del tren, el cinco, quedará listo el 29 de febrero. Mientras tanto, en el siete, activistas y defensores del medio ambiente siguen denunciando la construcción de un hotel, en manos de la Secretaria de la Defensa Nacional, de 144 habitaciones dentro de la reserva de la Reserva de la Biosfera de Calakmul y a pesar de las denuncias de robos, inseguridad, desplazamiento de especies y de las peticiones de las organizaciones civiles.
Así se escucha el Tren Maya en Calakmul: