En medio del camino de la vida, errante me encontré por selva oscura en que la recta vía era perdida. Con estas palabras el poeta Dante Alighieri inicia su famosa obra La divina comedia. Un verso que captura de manera precisa uno de los miedos más grandes para las personas: el final de la juventud, y la incertidumbre del resto de la vida.
Algo que en tiempos modernos ha sido denominado como la crisis de la mediana edad.
Esto es… el cine y la crisis de la mediana edad.
Una etapa de vida que ocurre cuando una persona llega a la realización de que ha envejecido, cuando la lejanía imaginaria del final se desvanece. Es en estos momentos cuando las personas sienten la necesidad de hacer algo para revivir la juventud, y escapar de una realidad que en muchos casos puede ser insatisfactoria.
Lo anterior es ejemplificado a la perfección en películas como American Beauty, de Sam Mendes. En ella un hombre americano común y corriente se encuentra insatisfecho con su vida en apariencia perfecta, la materialización del sueño americano.
Al conocer a una amiga de su hija, Lester se da cuenta del descontento que tiene con su vida familiar, su trabajo y él mismo. A través de su acciones intenta regresar a los años de su juventud, regresando a su trabajo de adolescencia y comprando el coche de sus sueños.