El anterior viernes 6 de febrero, los asistentes al concierto gratuito de Dinosaur Jr. (presentado por la ya conocida iniciativa Converse Rubber Tracks Live) pudieron comprobar fehacientemente y de forma empírica, que los demás mexicanos sí han formado parte, virtual o no, del gusto resurgido por el slacker rock en los últimos dos años.
La espera para presenciar el acto de los padrinos del grunge fue amenizada por los Hawaiian Gremlins, uno de los grupos musicales que participan de forma activa en la dinámica de Converse Rubber Tracks. Después de un pequeño video introductorio y descriptivo de su correlación con la marca, los tres-más-dos integrantes se subieron al escenario del recinto, hambriento de guitarrazos estruendosos, para dar una muestra fugaz (y por fugaz me refiero a doble tempo), de su propuesta dream pop. Las grandes diferencias estilísticas entre el acto principal y el telonero hicieron evidente el grado de dificultad al que los chicos de Hawaiian Gremlins hicieron frente al abrir a una de las bandas más icónicas del rock estadounidense. Por razones ajenas a la energía suave de los mexicanos, el público seguía a la expectativa de ruido y las conversaciones cimbraron las paredes hasta la última nota de la última pista de los mexicanos.
A las diez y media de la noche, las luces se apagaron. Resonó por todo El Plaza el inicio de “Forget the Swan”, la segunda canción del álbum debut Dinosaur (1985). Poco a poco se iluminaban los rostros de la alineación original de Dinosaur Jr.
A manera de power trio, J Mascis, Lou Barlow y Murph dieron al público una dosis significativa de nostalgia. “Thumb” del Green Mind avaló las muchas playeras con la portada del álbum de 1991, seguida de “No Bones” e “In a Jar”, dos canciones provenientes de los álbumes más ruidosos y mejor recibidos de su carrera, Bug (1988) y You’re Living All Over Me (1987).
En vivo, Dinosaur Jr. construye su sonido de forma que los sonidos distorsionados de la guitarra de J Mascis se une de forma casi imperceptible con las líneas de bajo guitarrescas de Barlow, formando una especie de lodo que se adhiere a los tiempos marcados entre ruido de platillos por el baterista, Murph, quien parece nunca detenerse entre canciones.
Canción tras canción, Dinosaur Jr. hizo un viaje a través de sus varios y famosos álbumes. Únicamente tres canciones de todo el setlist pertenecían a los últimos tres álbumes posteriores a la reunión del grupo en 2007, Beyond (2007), Farm (2009) y I Bet On Sky (2012). Entre tracks, el trío interpretó un cover que hacen a la banda Deep Wound (de la cual Barlow también es integrante) del tema “Training Ground”.
Hacia el final de la noche, Dinosaur Jr. tocó tres canciones emblemáticas, entre ellas “Freak Scene”, himno explosivo y con tintes de indie pop que incitaron el crowdsurfing de varios asistentes. Después del encore, la blanca y larga cabellera de J Mascis regresó, junto a sus compañeros, para tocar “Budge” y una interpretación inesperada del famoso cover a “Just Like Heaven” de The Cure, el broche de oro para el fandom mexicano.