Vigésima edición del Festival Internacional de Cine Judío en México
A dos décadas del nacimiento del proyecto el Festival Internacional de Cine Judío en México arranca su vigésima edición tras ofrecer más de 300 películas y llegar a más de 100,000 espectadores en su historia.
A continuación, un breve muestrario de la programación de su selección oficial de este año que se presentará del 26 de enero al 22 de febrero. Te invitamos a consultar el programa completo.
Hablemos de Hitler
Siempre surge la duda: ¿Quién fue Hitler? No obstante, hay que preguntarse ¿qué representa ahora? La imagen de este personaje se ha distorsionado y caído en un extremo donde grupos de supremacismo blanco han terminado por validar sus acciones. Petra Epperlein y Michael Tucker desarrollan este tema en el documental Hablemos de Hitler (2021).
Una investigación que arroja preguntas relevantes no solo a la comunidad judía, sino a la sociedad. Porque, entre los hechos y las mentiras las personas tratan de encontrar respuestas. El documental presenta la resurrección de un sentimiento nacionalista, mostrando jóvenes que no vivieron la guerra por lo que no son capaces de empatizar con ella y han convertido a Hitler, de nuevo, en un modelo a seguir.
Por otro lado, la cinta se cuestiona por qué se sigue creando contenido sobre el dictador. ¿Acaso esto no solo continua otorgándole un espacio en el discurso público? Es imposible saber cómo el espectador tomará las ideas. Sin embargo, los directores tienen la intención de que al persistir en contar la historia es para no olvidarla y menos repetirla.
Texto Jimena Betancourt
Berenshtein
A veces, adaptar una historia en clave de ficción no le hace justicia a la realidad. Este es el caso de Berenshtein, película del realizador georgiano Roman Shumunov, que relata la historia de Leonid Berenshtein, soldado soviético que se unió a las fuerzas de los partisanos (guerrilleros contra las fuerzas Nazis) durante la Segunda Guerra Mundial. Shumunov, cuya formación artística la recibió en Israel y mantiene un fuerte vínculo con sus orígenes en Europa del Este y el recuerdo a sus veteranos, comenta la injusticia que observó en Israel al ver el poco énfasis otorgado a los héroes judíos del frente oriental. Berenshtein, la película, es una suerte de respuesta a ello.
Establecida como un largometraje de ficción a la par de un documental, Berenshtein narra el desarrollo de su protagonista, de prácticamente guerrillero raso a brillante estratega y comandante, lo cual eventualmente lo lleva a formar parte clave del esfuerzo contra el avance de las fuerzas nazis en Europa, acciones que eventualmente cambiarían el rumbo de la Guerra.
La película funciona como una suerte de perfil periodístico aderezado con una capa de narrativa en clave de ficción, Berenshtein está dotada de un profundamente sofisticado lenguaje cinematográfico, tan perteneciente al cine documental como al blockbuster de ficción, lo que resulta en una atípica mezcla que sorpresivamente funciona a la perfección. Tan heredera de la acción bélica, como de la furia protestante de Ven y Mira (clásico bélico de Elem Klimov), Berenshtein no es sólo una cinta sobre un soldado, es una ingeniosa mezcla de géneros y un importante recordatorio de personajes clave que han sido enterrados por la historia.
Texto Ricardo Marín
El Nadador
Erez (Omer Perelman) es uno de los jóvenes nadadores contendientes para ganar el boleto hacia las Olimpiadas y representar a Israel ante el mundo. Su llegada al campamento deportivo supone presiones no sólo físicas por el arduo entrenamiento, sino también psicológicas. “Pensar sólo en uno mismo y nadar” es lo que subraya el entrenador Dima (Igal Reznik).
Este objetivo se dificulta desde el momento en el que Erez conoce a Nevo (Asaf Jonas), otro nadador casi tan bueno como el primero, y mismo que pronto se vuelve un amigo cercano. Aquí la premisa “Pensar en uno mismo” se torna ambigua y confusa, pues la ambición de Erez por ganar se empalmará con el fuerte deseo erótico hacia Nevo.
Pronto la competencia deja de ser una mera confrontación dentro del agua. Por una parte, vemos una creciente homofobia pasivo agresiva del entrenador y el resto del grupo hacia el protagonista, y por la otra, una lucha interna por silenciar su verdad y sobresalir con su propio brillo.
“Los deportes competitivos son una tragedia para el cuerpo y el alma. Pero hay que agradecer que existen lugares para soñadores como nosotros”, menciona Paloma (Nadia Kucher), el hada madrina del cuento, y una especie de guía espiritual para Erez. En este sentido, El nadador no sólo muestra la hostilidad y obsesión por triunfar que surgen en el ámbito deportivo, sino que cuestiona las masculinidades, evidencia la discriminación y los abusos en cada uno de sus miembros, haciéndonos reflexionar acerca del éxito ¿A quién satisfacemos cuando ganamos?
Texto Naomi Ferrari.
Más de lo que merezco
Encontrar un lugar seguro es importante para todo ser humano. Sobre todo, cuando se es un joven como Pinchas (Pinjas) quién se encuentra en una transición de la niñez a la adolescencia. Emigrando desde Rusia con su madre Tamara, se encuentra con el espacio inhóspito de lo desconocido. No conoce a nadie, no sabe de nada, hasta que una tarde conoce a Shimon. Un hombre hortodoxo de 35 años reformado que instruye a numerosos jóvenes a iniciarse en la madurez con el Bar Mitzvah.
La nueva película de Pini Tavger es una exploración por los terrenos de la vida espiritual. En la cual unos se ven extraviados, algunos se recuperan y otros pocos inician un camino o lo abandonan antes de empezarlo. Entre la doctrina espiritual y las veleidades del amor moderno, esta película resulta una ventana a las numerosas situaciones que enfrenta la comunidad en medio de su esfuerzo por entender su camino humano.
Texto Andrés Durán Moreno
Anhelo
¿Cómo se manifiesta el deseo de una joven pareja por tener un hijo?¿Cómo puede resolverse de manera práctica y apegada a la tradición ese anhelo? ¿Dónde se encuentran los límites para conseguir lo que se desea?
La película Anhelo nos plantea un dilema ético que reta a toda una comunidad que, mas allá de su ortodoxia y religión podría aplicarse en cualquier cultura y cualquier latitud del planeta. Una pregunta que nos invita a reflexionar sobre los límites del poder y las implicaciones de su abuso en nombre de Dios o de un fin común mayor.
Cine que trasciende las fronteras y los referentes de la tradición y nos invita a preguntarnos qué haríamos nosotros mismos frente a determinadas situaciones. Películas que tienden puentes y nos recuerdan que contarnos historias es algo que tenemos en común todos los ciudadanos del mundo.
Texto El More
