Breve (o no tan breve) relato sobre #OasisJazzU Espero que algunas de mis palabras sean interesantes para ustedes, porque hablaré de un viaje de trabajo. Aunque es cierto que no tengo mucha costumbre de hacerlo, ya que normalmente hago esto en las transmisiones en vivo de Ibero 90.9, pero esta vez he querido escribir algunas impresiones, sólo por compartir, y hasta con burla para mí, sólo por convivir. Más que un relato de anécdotas, quiero que sea una mirada personal de una experiencia laboral. Suena tedioso, y lo es en ese plano, pero quienes trabajamos en algo que nos gusta podemos tener unas cuantas palabras que contar, y ahora yo quiero hacerlo.
En múltiples ocasiones han podido escucharme en transmisiones que se realizan por parte de la estación. En diversas ciudades del país o del mundo mis compañeros y yo hemos podido contar a ustedes la experiencia de asistir a una feria o festival, o ser testigos de algún hecho cultural, musical o artístico al cual acudimos representando la estación. Ello incluye la experiencia propia del viaje, como la interacción con la gente, el clima, las costumbres, las compras, los precios, la comida y hasta las deficiencias en ciertos servicios; ya que, como todo pasajero, viajero, turista o profesional en tránsito pueden ocurrir un sinfín de circunstancias que hacen de ese viaje una buena experiencia o un tormento. Sostengo que para ello son útiles las redes sociales, desde Facebook, Instagram, Twitter, y demás; no son más que extensiones de las cosas que queremos expresar, no con palabras, con fotos, posts, emoticones, caritas o enlaces, las redes sintetizan con un botón lo que no podemos expresar con palabras, o de manera instantánea, virtual y masiva (revisen mis redes si gustan, todas bajo el seudónimo: Radiodreamer). Ahora quisiera que se conecten conmigo en las expectativas de este viaje de trabajo, utilizando la plataforma de la estación para poder contarlo.
Como José José en el Premier, o María del Sol en el Fiesta Americana, o de plano Frank Sinatra en el Waldorf Astoria, es común que los artistas de todas las alturas tengan presentaciones en hoteles que compiten en prestigio dentro del paquete de amenidades que ofrecen a sus clientes. Sea para completar la experiencia de estar rodeado de glamour, sea para darle una identidad de vida bohemia, sea para tener una oferta de entretenimiento para los adultos, y en términos prácticos porque el artista también necesita la chamba. De hecho, esta es una actividad muy rentable tanto para el hotel como para los artistas, muchos de los cuales gozan de las mejores habitaciones, servicios de lujo y atención en casinos, spa, servicio 24 hrs y demás cortesías como parte de su paga. Cosa que no es materia ahora, pero sí objeto de otros relatos por demás curiosos y llenos de cierta jiribilla, morbo, escándalo y hasta vituperio. Muchos de esos cuentos empañados por las exigencias propias del artista, pero de eso no hablamos aquí.
El caso que quiero relatar es una afortunada combinación de factores. El #OasisJazzU es un festival que lleva 3 emisiones en el hotel Grand Oasis de Cancún, dicho hashtag se desprende del propio slogan del hotel: #OasisLovesU. Si bien se tenía referencia del Riviera Maya Jazz Festival, el Oasis Jazz U Latin Fusion Festival es una respuesta, un espacio para generar una plataforma de muestra entre los ritmos latinos, afrocaribeños, el jazz, el blues y, como en este caso, sus vasos comunicantes con el flamenco, en concordancia coyuntural con la muerte de unos de los habitantes prominentes de Cancún, Paco de Lucía.
#OasisJazzU Latin Fusion 2014
En esta emisión a la que fuimos invitados, se decidió hacer un homenaje a Paco de Lucía, quien murió el 25 de febrero de 2014, y aunque nos conmovimos con su pérdida, no se han realizado ceremonias ni homenajes ante la pérdida de una figura tan significativa para el mundo de la música. Nosotros, no está por demás decirlo, lo encontramos más adecuado porque Paco vivió muchos años en Cancún y Playa del Carmen (lugar donde murió y donde vivió desde los años 90), al vivir en dicho lugar decidió obtener la nacionalidad mexicana y compartirla con la española. No es gratuito que haya decidido vivir en Cancún, ahí conoció a Gabriela, ahora viuda, donde compartieron grandes momentos, y pudo encontrar algo de tranquilidad en su vida, recibir amigos, reflexionar y trabajar en ámbitos más amables. Pero no les contaré sobre sus obsesiones con Chopin, Bach o Beethoven; ni sus colaboraciones con Al Di Meola, Chick Corea, Camarón de la Isla, Julio Iglesias o su compadrazgo con Alejandro Sanz. Lo cierto es que, en el universo habitual de una estación como Ibero 90.9, Paco de Lucía, y el flamenco en general, pertenecen a ocasiones especiales. Todos los que asistimos a este festival por parte de Ibero 90.9 conocíamos tangencialmente la música de Paco de Lucía, su Concierto de Aranjuez, Entre dos aguas, Zyryab, y otras; personalmente su música y figura estaban siempre ahí, siempre en el panorama de alguna reunión, cena o coctel, pero no en mi discografía, no en mis mañanas al desayunar, no en mis playlists más recurrentes, lo digo porque hemos decidido como estación ser muy plurales, y de pronto abarcamos tantos géneros y artistas que nos olvidamos de otros. Cierto que la coyuntura de su muerte se ha sentido, como con otras acaecidas, por un día, como si fuera una obligación hacer culto a un personaje del que no hemos tenido noticia o no la buscamos igual, por un día, y eso es terrible de imaginar.
Aprovecho estas líneas para decir que no me gusta, ni comparto, la idea de convertir mis redes sociales en un cementerio. Entiendo la noción de expresar duelo por un momento íntimo, doloso y sentido a los asociados, invitados y curiosos de un timeline, pero otra cosa es hacer masivo un despliegue de falsa consternación por un hecho, una noticia o un fallecimiento que no hace sino demostrar el hambre de seguidores que desea dicha cuenta; entre más grande el dolor virtual del propietario digital de la cuenta aspiracional que detenta dicho dolor (no la persona), más fácil es adivinar la avaricia y adicción al : x is now following you. Me disculpo con quienes aprovechan muertes, días internacionales y catástrofes, nada de ello encontrarán en mis redes sociales.
Antonio Sánchez, Carles Benavent y Paquito de Rivera en #OasisJazzU
Según Antonio Sánchez, quien dijo que cada vez que se le presenta como el sobrino de Paco de Lucía siente bonito, no tenía en mente venir a este homenaje en Cancún pero al final se organizó su llegada, aún sin ensayar y con un programa medio improvisado se inicio la noche del 24 de mayo en el Hotel Grand Oasis. Contó con la presencia del bailaor Isaac de los Reyes, el cantaor Piculabe, el guitarrista Antonio Casas y Alain Pérez en el bajo y saxofón. Emotiva presentación que además se incluyó de actos de libertad en la ejecución del flamenco. En conversación el mismo Antonio dijo que el legado de Paco ha servido para hacer más internacional el género que tanto difundió, y que sus acercamientos con otros compositores tan distantes en tiempo y estilo han servido para hacer que el flamenco fuera un género flexible, tanto como para que el mismo Antonio agarre mercado, también, por su propia cuenta.
Carles Benavent y su bajo fue unos de los casos más llenos de anécdotas y encuentros con esa mente creadora y precisa que fue Paco de Lucía. Se hizo acompañar del flautista Jorge Pardo, presente en el público esa noche, para que fuera más entrañable. Así son los ejecutantes del flamenco, si reconocen en el público alguien que puede aportar lo invitan a unirse. Carles nos diría en conversación sobre la cercanía con Paco de Lucía y del modo que influyó en muchos músicos de otros tantos géneros. Así con Paco, quienes se acercaban a él acaban con algo de él.
Paquito D´Rivera, un tipazo que para cada frase, sea del público, un periodista o un compañero siempre encuentra una salida humorística, quien quiso iniciar con Chopin su presentación, coquetear con Beethoven, Gershwin y otras obsesiones de Paco, y hacer además un acto personal y en su estilo. Paquito D’Rivera se cuece aparte, buen cierre de viernes.
José María Bandera, Jorge Pardo y Oscar D’ León en #OasisJazzU
Una noche flamenca con cierre latino. José María Bandera invitó a la bailaora María Auxiliadora Fernández, quien usó el tablao para contarnos una historia de cercanía con el homenajeado, le acompañó Antonio Sánchez, la gente aplaudió ese desgarre que es propio del baile flamenco. Lance de brazos, retumbe de pies, rostro amagado y sudoroso, como debe ser con el flamenco; la gente sintió la fuerza y el sentimiento en los pasos, “maja”, “guapa”, “chula”, “olé”, desde soles.
Jorge Pardo se salió con la suya, como me diría Oscar Adad (uno de los responsables de nuestra presencia), vía mensaje de Twitter; hizo una aparición en solitario, él y su flauta frente al público. Serio, solemne, comenzó atribuyendo a Paco de Lucía su debut al mundo, con la desgracia de improvisar frente a Paco después de llegar tarde, empapado y sin ensayo a una presentación que tuvieran hace décadas. “Jorge toca algo” - le dijo aquel día - y con nosotros improvisó sobre El Barbero de Sevilla en flauta, pan comido suponemos, pero que Jorge llevó a la apoteosis, ese señor se la sabe, tremendo. Terminó invitando a todos los músicos y amigos presentes en su público a subir al escenario a compartir su momento con Paco de Lucía. Ahí entendimos lo que esa figura podía generar en la gente que le rodeó. Jorge subió solo al escenario de modo tímido, y salió con el escenario repleto, casi en hombros.
El homenaje terminó con Oscar de León. Ese fin de semana el jazz, los ritmos latinos, encontraron su punto de confluencia en un venezolano que evocó de manera más coloquial, menos ceremoniosa, la manera en que hay que recordar a un grande, con su legado. Sin afán de hacer drama, en este acto se intercambió el pesar por la pérdida, la grandeza del legado, el festejo de ser el primer homenaje al artista, y el anticipo de las ceremonias subsecuentes en España y el mundo. Espero yo que más grandes y espectaculares.
En esas noches se pusieron de manifiesto los muchos sentidos por los que los compañeros de trabajo evocan a alguien que se les ha adelantado por ese comino del que ya no se vuelve: el sentido de la fiesta, el sentido de la pérdida, el sentido de la trascendencia, el sentido de la complicidad, el sentido del coraje y el sentido del homenaje.
A final de cuentas, con base en la propia experiencia y de mis compañeros, este fue un encuentro con un señor íntegro que ahora sentimos más personal, más cercano, y más nuestro.
Ida, venida, regreso y huída…
Maleta, taxi, vuelo, registro, escaleta, entrevista, comida, bebida, playa, arena, espera, pulsera, calor, sol, sudor, noche, estrellas, meteoros, sueño, cansancio, springbreakers, comida japonesa, comida thai, comida estándar, buffet, café, agua, protector solar, elevadores, hola, hello, ciao, konichiwa, hallo; todo en punto, ni una sola falla. Así hago el resumen de lo que podemos considerar trabajo. Así debe ser.
Es momento de mencionar y agradecer el trabajo y compañerismo de mis amigos Arturo Salazar “Frosty”, Eduardo Coutiño “Cout” y Miguel Aguilar por hacer que este viaje de trabajo fuese uno de los más reparadores y entusiastas que hemos tenido en grupo. Cout con sus excelentes recomendaciones gastronómicas, Frosty con su inagotable disposición para hacer las cosas bien hechas, y Miguel con sus acertados comentarios, puedo decir que es uno de los nuevos descubrimientos de la estación. Buen viaje, buena compañía y buen trabajo.
Capítulo aparte la convivencia con los demás periodistas, buenos momentos y buenos encuentros.
No puedo terminar sin agradecer la infinita generosidad de Oscar Adad y Ariadna Reyes, quienes apostaron para que Ibero 90.9 estuviera presente en ese homenaje. Como antes habían confiado en nosotros para incluirnos en proyectos de misma envergadura. Y agradezco también a la generosidad de los que elucubraron este pequeño festival, pequeño en tamaño, grande en su impacto.
Por último nuestro staff, sin los que podríamos siquiera poder relatar nada: Leticia Santos, Manuel Venegas, Uriel Waizel, Ana Stephens, Alex López, Erick Elola, Carlos “Santo” Domínguez y todos los que chambearon para poder hacer llegar un programa en el que contamos con su apoyo, ingenio, esfuerzo y talento.
Así es un viaje en equipo de Ibero 90.9, así es salir a trabajar con ellos, pero ya no les echo más flores porque se malacostumbran, y porque ya les quité mucho tiempo de lectura.
Todo ello compartido con nuestro público.
A todos, con gran amor, estúpida y eternamente suyo…
Agustín Peña.