"Turn Blue" - The Black Keys

“When the music is done

And all the lights are low

I will remember the times

When love would really glow…”

Con The Black Keys ya no hay medias tintas y con su octavo álbum de estudio, Turn Blue (Nonesuch Records, 2014), las opiniones polarizadas no se han hecho esperar. Es evidente que a estas alturas del camino, no les apetece del todo volver a sus raíces austeras, para fines prácticos la mano de Danger Mouse les ha sentado bien, al menos para el rumbo masivo que ha tomado su carrera. Un tweet del boxeador retirado Mike Tyson anunció a principios de este año el regreso del dúo de Ohio. Sin más, así se lanzó un adelanto de “Fever”, primer sencillo de Turn Blue, y con ese hecho se podía deducir también que los Black Keys siguen dispuestos a llegar a todo tipo de público.

En más de diez años de carrera, The Black Keys han pasado de ser una banda que grababa en algún sótano de Ohio, a grabar en los estudios más sofisticados de Los Ángeles; de tocar en un pequeño bar de Cleveland, a dar shows en grandes estadios y ser headliners de los festivales más importantes del mundo. En pocas palabras, de ganar el aplauso de unos cuantos, a ganar premios Grammy y compartir escenario con Johnny Depp en la misma noche.

Las grabaciones lo-fi de The Black Keys han quedado muy atrás, los coros femeninos que ahora incluyen, los dejan cada vez más lejos de aquel sonido rasposo y sucio de The Big Come Up (Alive Records, 2002) o de Thickfreakness (Fat Possum, 2003). Sin embargo, también hay que advertir que en Turn Blue, se eliminaron algunas capas del pop que desde Brothers, les ha dado éxito mundial.

The_Black_Keys_

Turn Blue es un álbum meticuloso, no explora más sonidos que los que ya han presentado antes, esos en los que The Black Keys saben que se mueven perfectamente sin salir de su propia órbita. Nada que no hayan experimentado tanto en su etapa más cruda y directa, como en la que han adoptado a lado de Danger Mouse, productor que ha pulido su sonido hasta envolverlo con estribillos coreables y pegajosos. Para entender lo polarizado que está Turn Blue, basta con escuchar la magnífica canción con la que abre, “Weight Of Love”: una portentosa guitarra bluesera y directa hace creer que éste es el gran regreso de The Black Keys. Y por otro lado está la canción que se encarga de cerrarlo, “Gotta Get Away”: coros y riffs descafeinados que le dan un final despreocupado, sonando más a lo que hacía Bruce Springsteen en la década de los 80, que a los propios Black Keys en 2003.

Está claro que ahora los Black Keys hacen discos para los anaqueles más vistosos de las tiendas de discos. Turn Blue fue grabado entre Los Ángeles, California y Nashville, Tennessee; y en el punto medio se logra entender la mezcla entre querer regresar a sus orígenes, o quedarse en la sofisticación sonora que han encontrado en los últimos años. Si el año pasado, AM (Domino Records, 2013) de Arctic Monkeys fue comparado con los Black Keys, ahora toca devolver el favor, pues en Turn Blue, Auerbach se dedica a hacer una voz más afinada, melódica y pulcra, mientras que líricamente, expresa cierta añoranza aludiendo a un amor perdido. No queda duda que Dan Auerbach desahogó en este álbum la experiencia de un divorcio, para muestra, “Waiting On Words” y su voz resignada “I heard you were leaving, won't try changing your mind, goodbye…”

Con Turn Blue los integrantes de The Black Keys se fueron a la segura, con una fórmula ya probada y garantizada, pero que no deja de ser un trabajo consistente y homogéneo. Lo mismo se encuentran tracks como “In Time”, un guiño a lo que Auerbach hizo con Dr. John en Locked Down (Nonesuch Records, 2012) y después canciones como “It’s Up To You Now”, corte donde más se luce Patrick Carney y que curiosamente Danger Mouse no produce: una batería potente, rápida y directa que podría servir para musicalizar una escena de persecución entre policías y ladrones.

Con todo eso, cabe advertir que este disco no es para ganar más adeptos, pero tampoco para recuperar a los que The Black Keys han perdido en el camino. Irónico a la psicodélica portada, Turn Blue contiene una gran variedad de grises que hacen de este álbum, una ecuación ganadora: baladas con falsetes casi chillones, riffs virtuosos, por momentos una batería estruendosa, y en conjunto, sonidos llenos de matices que una banda de estadio no puede dejar de producir… si se quiere mantener en ese mismo estatus.

No se piense que la salud artística de The Black Keys está pendiendo de un hilo, eso solo el tiempo lo definirá. Por lo pronto, es seguro que están frente a un fenómeno muy natural: el de convertirse en una banda de estadio, dejar las expectativas muy altas y no poder complacer a todos. Su madurez musical llegó de la mano de Danger Mouse. The Black Keys ahora se bañan y se afeitan al mismo tiempo que suavizan su sonido, han pasado de la crudeza, a un blues diluido que les ha funcionado, así que colocarlos en un altar o no, es cuestión de cada quién o como ellos mismos dicen: “It's up to you now”.

El disco físico del extracto lo pueden encontrar en la Roma Records, que se encuentra en Álvaro Obregón 200, Colonia Roma. Para más información visiten su sitio web: laromarecords.com

Zigma Política 7 de mayo de 2014

28 de abril al 4 de mayo