En el contexto de una industria cinematográfica como la mexicana, que se levanta poco a poco de un largo letargo de producción y busca encontrar consistencia, siempre será buena noticia que realizadoras talentosas se pongan detrás de la cámara. Si a este hecho le sumamos que quienes ya hicieron su ópera prima presentan su segunda película, en un medio que se caracteriza por directores que normalmente no pasan de hacer su debut, el estreno de La caja vacía de Claudia Sainte-Luce es una excelente noticia.Responsable de la entrañable y multipremiada Los insólitos peces gato Sainte-Luce sigue la estela de su debut para contar otra historia con tintes autobiográficos y propone, desde una perspectiva mas obscura y compleja, el encuentro de Jazmín, una joven mesera y community manager y Toussaint, un inmigrante haitiano de sesenta años enfermo de demencia. Hija y padre sin vínculos ni memorias en común, los protagonistas del relato (interpretados brillantemente por Jimmy-Jean Louis y la propia Sainte-Luce) se enfrascan en un peculiar rompecabezas en el que los recuerdos del padre y los reclamos y manías de la hija componen una cinta única. Con la familia, el perdón, el duelo y las segundas oportunidades como temas de fondo, la pericia y oficio de una directora con una voz propia nos recuerda que la coherencia y el riesgo siguen siendo valores muy necesario en el cine de nuestros días. Por todo lo anterior esta semana hay que ver La caja vacía, nuestra película de la semana. El More