[Extracto] 'Uyai' de Ibibio Sound Machine: la lengua universal del ritmo

En Ibibio Sound Machine conviven dos mundos: el del dialecto nigeriano que da nombre a esta máquina de sonido, y el de la cultura de los sonideros tropicales, donde incluso se hace un guiño al Miami Sound Machine. Eno Williams es hija de migrantes nigerianos, pero nació en Londres. Su álbum debut Ibibio Sound Machine (Soundway, 2014) refleja la convivencia musical que se vive en ciudades como Londres, en una demostración en la que los ritmos del mundo, pueden coexistir con una producción electrónica actual en una combinación de letras en inglés e Ibibio. En aquel debút destacaba una versión del himno devocional “Amazing Grace”, reapropiado con en la canción “Ibibio Spiritual”, en el disco se exploran géneros que van desde gospel, hasta el bossa nova. El trabajo que hicieron con el nuevo álbum, Uyai, podemos ver que tratan de recrear esta fórmula en cuanto a sonido, pero esta vez no hay concesiones con el mundo occidental, ya que los idiomas originales se mantienen puros, sin traducción. Lo que hace que la textura vocal sea contundente y visceralmente bailable. El álbum abre con “Give Me a Reason”, una canción que suena muy alegre, pero que al mismo tiempo trata de la liberación femenina: “¿por qué no podemos ser libres?”, pregunta Williams, al referirse a la inseguridad que las mujeres del mundo sufren incluso por salir de la casa e ir a la escuela. De acuerdo a la reseña de Minna Zhou para Pitchfork, las letras se refieren a las 276 niñas Chibok secuestradas y que en su mayoría siguen desaparecidas.

https://www.youtube.com/watch?v=ZO769KQ_skE

“Zamina mina Zangalewa” es un canto makossa proveniente de la banda Golden Sounds de Camerún y del que se hizo una canción, “Zangalewa” en 1986, y que Shakira convirtió en una línea del infame “Waka Waka”. “The Chant” se asegura de incluirlo, pues era algo que Williams estaba acostumbrada a bailar; y el ritmo del sintetizador combinado con las trompetas, crean el ambiente perfecto para soltarse y dejar que la música hable al oído del escucha. “The Pot Is On Fire”, y cuando llegamos al final del primer tercio del álbum, la banda nos quiere hacer notar que algo se está cocinando, como si una madre universal nos señalara que hay algo que prever, Williams nos enseña el plan que tiene para seguir desarrollando su historia en este disco.

https://www.youtube.com/watch?v=x0EJrvtS3UY

“Quiet” y “Lullaby” nos cantan un poco más lento, con la última hablándonos del rol de la madre y de cómo desde temprano, nos comienzan a aconsejar: una canción de cuna sirve para dormir, pero la intención del susurro en la melodía es el simular la actitud de la nodriza cuando le quiere dejar un poco de sabiduría a su(s) bebé(s), y quiere que sus criaturas elijan sus propios caminos.

“Cry” nos vuelve a transportar a un lugar recóndito, en donde vemos dormir el álbum, para que después, por arte de ritmos intensos hace que nuevamente nos invadan ganas de bailar. “Trance Dance” nos regala un cierre movido y vemos como la intención es poner el álbum en repetición y vivir una paleta de emociones una y otra vez.

Es en estos momentos en los que la gente se siente alejada, distanciada y discriminada, que  los ritmos y las letras de Uyai sirven para comprender la unidad y la universalidad de la música.

Un reflejo del multiculturalismo que hay en el mundo y de que el idioma no debe cerrarnos las puertas. Este álbum es como leer un libro en su idioma original, pues todo el sentimiento que expresa dicha lengua, se transmite directamente en una canción, sin intermediarios ni miramientos.

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