Toma 42. La película de la semana: Carmín tropical.

Ganadora del premio principal del Festival de Cine de Morelia del año pasado y precedida por una exitosa recepción de la crítica nacional e internacional se estrena esta semana en México Carmín tropical del director oaxaqueño Rigoberto Pérezcano. Construída en clave de thriller,  y con la violencia cotidiana y la complicada procuración de justicia de nuestros días como telón de fondo, la cinta resulta una producción muy particular que se parece muy poco a lo que se ha filmado en nuestro país en los años recientes.

Con un rompecabezas como estructura narrativa y siguiendo los pasos de clásicos nacionales como Distinto amanecer (Julio Bracho, 1943) o globales como China Town (Roman Polanski,1974)  y La isla mínima (Alberto Rodríguez, 2014),  Pérezcano hace uso de las convenciones del film noir para contar la historia de Mabel, una chica que regresa a su pueblo para tratar de esclarecer el crimen de Daniela, su mejor amiga.

Así, un relato de búsqueda de justicia para los caídos, que por sí solo ya es interesante, se convierte en un cuento sorprendente por la complejidad que le aportan Juchitán como escenario y el contexto de toda su cultura alrededor de los muxes (un tercer sexo compuesto por hombres trasvestidos que, además de ser aceptados abiertamente, juegan un papel fundamental en la organización familiar y social del lugar).

Al final, aunque Mabel no resulte ser una chica como las demás, y sin importar que la muerte de Daniela cobre nuevas implicaciones por su género, oficio y preferencia sexual, Carmín tropical impacta gracias a la inteligencia y atrevimiento del guión escrito por el propio director y por la espectacular construcción de personajes a cargo de José Pescina y Luis Alberti. Ambos, en extremos opuestos de la interpretación y sin abusar de clichés y trucos físicos, consiguen que el espectador entre en el juego que propone la película desde el primer minuto. En ello, y en el valor de Pérezcano para rodar sin red de protección y entender que el riesgo es un bien cada vez más escaso en el cine contemporáneo, residen buena parte del poder y contundencia de esta película imperdible.

Una agradable sorpresa en cartelera que espera en pantalla a todo aquel que quiera descubrirla.

Buena semana.

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