Ritmos polinesios con melodías hendrixianas sonaron en la Explanada de la Alhóndiga de Granaditas en la primera semana de la edición número XLIII del Festival Cervantino. Con una guitarra acústica, guitarra eléctrica, una batería y un ukulele, la voz totémica de los chilenos Pakilymaou Rapa Nui hizo bailar a guanajuatenses y turistas, recordando tiempos ancestrales con música que va desde rock'n'roll estilo Los Teen Tops, hasta un blues psicodélico; todo mezclado con raíces sonoras de su país de origen.

El vestuario que mostraron los chilenos provenía de sus ancestros, los Rapanui, una etnia que viajó errante desde las islas polinesias y se asentó en la Isla de la Pascua en el el siglo IV o V d.e, poblando aquel pedazo de tierra con una cultura que germinaría en lo que Pakilymau mostró el primer día de acitividades del festival: gritos y saltos conjugados con los delicados movimientos de una chica que movía sus caderas polinesias. "Hejujaju, hejujajo" gritaba el frontman de la agrupación bailando con los mismos pasos de Mick Jagger. La tercia de acordes de blues se escuchó un par de veces en sus composiciones originales mostrando una mezcla entre el pasado primitivo y los inicios del rock.

Para despedirse del público, en el lugar donde El Pípila se convirtió en héroe, se escuchó "La Adelita" y "Guantanamera" en una versión con voces al ritmo de un ukulele y la presencia de varios de los asistentes en el escenario para bailar junto con los integrantes del grupo chileno.

En el Festival XLIII dedicado a Cervantes, se presentaran otros grupos como Herencia de Timbiquí, Libertad de la Tierra, entre otros representantes de los países invitados del Pacífico: Chile, Colombia y Perú en la Explanda de la Alhóndiga del 5 de octubre al 25 del mismo mes.