Parquet Courts no llama la atención por la personalidad de sus integrantes.Parquet Courts no llama la atención por tener una extensa gira mundial. Parquet Courts no llama la atención por contar con colaboradores de renombre. Parquet Courts no llama la atención por ser parte de alguna moda musical. En definitiva, Parquet Courts no llama la atención, su música sí.
Sunbathing Animal, tercer álbum de estudio de Parquet Courts no se caracteriza por navegar con bandera de innovación musical, y mucho menos con el argumento de que con esta entrega ha descubierto el hilo negro del punk-rock. Lo de Parquet Courts es ser una banda sin adjetivos derivados de algún código postal, género musical, o por algún productor famoso que los respalde, es más, ni siquiera por una gran disquera que les haya dado la bendición.
Parquet Courts, cuarteto estadounidense integrado por el guitarrista y vocalista Andrew Savage, el guitarrista Austin Brown, el baterista Max Savage y el bajista Sean Yeaton, lanza su tercer producción sin mayor pretensión que desgastar las cuerdas de sus guitarras y volarle la cabeza a quien escuche su música. Aunque en esta ocasión, Parquet Courts le bajó a las revoluciones, Sunbathing Animal no deja de ser un gran álbum, de esos con los que dan ganas de pedir otro tarro de cerveza mientras se disfruta de los feroces instrumentos en cada canción.
Sunbathing Animal no es tan explosivo como Light Up Gold, la producción anterior que Parquet Courts grabó en tan sólo tres días. Aún así, la banda germinada en New York pero con raíces tejanas, vuelve con un puñado de guitarrazos crudos, sin experimentación sonora que adorne su sucio garage-rock. Parquet Courts sólo toca y ya. Así sin más, ha llegado a festivales tan grandes como Glastonbury o Lollapalooza, y recientemente dieron un pequeño show en Third Man Records, disquera de Jack White en Nashville.
Esta vez, Parquet Courts dejó de lado su parte más lo-fi y rápida, pues la producción de Sunbathing Animal puso a la banda fuera de su naturaleza al pasar más tiempo en el estudio de grabación. Así que Parquet Courts tuvo que aprender a moderar su energía y a soltarla en el momento preciso, pero también a manejar la improvisación con acordes que rememoran a lo que hizo Television en la década de los años 70: para muestra “Bodies Made Of”, canción que abre Sunbathing Animal.
Parquet Courts se caracteriza por canciones como “Black and White” y “Ducking and Dodging” donde no hay coros, sino largas estrofas gritadas y escupidas por una voz a la que apenas se le entiende la letra. En este tercer álbum no caben los calificativos melódicos y suaves, aunque se trate de una balada como “Dear Ramona”, o “She’s Rolling” donde un solo de armónica dura más de dos minutos.
Sunbathing Animal funciona entonces como un recordatorio de que Parquet Courts no hace música accesible a cualquier oído a pesar de que se le compare con bandas como Pavement. Con este álbum Parquet Courts demuestra que no se ha quedado en la crisis existencial de sencillos anteriores como “Stoned and Starving” y a cambio, estos neoyorkinos entregan canciones ambiguas como “Black and White”, corte que se aleja de esa lírica puberta donde no saben qué hacer para encajar en el mundo adulto al que rechazaron por años, para finalmente cantar “It’s a vulgar, hidden part of being tethered to the world right now; spending all my dollars to remain a member”.
Sunbathing Animal no es un disco fácil a primera escucha, no contiene ganchos como “Master Of My Craft” y “Borrow Time” pero en general, es un gran respiro para Parquet Courts en su corta pero contundente carrera. Aquí no hay solos de guitarra en los que la banda quiera demostrar su virtuosismo, no, aquí sólo hay rock crudo con salvajes distorsiones que se vuelven adictivas. En Parquet Courts no se encuentran aires de grandeza ni melenas enredadas por el headbangeo, nada de poses vintage con skinny jeans o chamarras de piel que pretendan imitar la estética de los grupos de punk-rock a los que su sonido por si sólo, les hace honor.
Sunbathing Animal fue concebido con mayor cuidado y detalle, en canciones como “Always Back In Town”, Parquet Courts ha encontrado un punto medio en las guitarras esquizofrénicas y los riffs vertiginosos. En esta producción no hay capas de sonido que adornen los acordes de Andrew Savage y Austin Brown. Sunbathing Animal es un álbum sólido y equilibrado que deja un zumbido gratificante en los oídos. Libres de la expectativa de la crítica especializada y de la presión que representa hacer un siguiente disco, Sunbathing Animal es un voto de confianza para futuros álbumes de esta banda que entiende que el rock debe incomodar a los adultos, y que si no lo logra, entonces no es rock.
El disco físico del extracto lo pueden encontrar en la Roma Records, que se encuentra en Álvaro Obregón 200, Colonia Roma. Para más información visiten su sitio web: laromarecords.com