Esconder la cara no es algo nuevo en la industria musical. Varios artistas, desde SBTRKT hasta The Knife, han tenido razones propias para mantener escondida su identidad. Esta táctica funciona considerablemente para despertar la curiosidad de millones de internautas. Sin embargo, aunque muchos critiquen a esos “penosos” que buscan llamar la atención, existen otras razones importantes por las cuales los músicos buscan el anonimato. Este es el caso de Slow Magic, un artista que nunca sale en público sin su peculiar máscara animal para que la audiencia tenga una experiencia más pura al escuchar su trabajo. Es usual que la música sea absorbida como un paquete. Se escucha la melodía, se establece una conexión entre ella y la portada del disco o single y se identifica con la cara del realizador. A algunos les despierta mayor interés el proyecto e investigan los orígenes y trayectoria del artista. “Fijate que este chavo escribió todo el disco encerrado en su cuarto disfrazado de conejo”. Después de este proceso, escuchar la melodía conlleva pensar en todas las cosas que la rodean. Es posible que las notas, en sí mismas, ya no estén penetrando en el cerebro de la misma manera. ¿Quién sabe? Tal vez sí. Eso depende de cada quien.
A través de esta lógica, Slow Magic cree en la pureza musical. Por esta razón, lo único que sabemos del proyecto es que “Es el sonido hecho por un desconocido amigo imaginario”, que trabaja con Downtown Records, y que la música logra que te dejes llevar.
No hay un género musical específico, ni lugar de origen, ni letras, ni nombres a los cuales referirnos. En serio. Una búsqueda en Google tampoco dará mayor respuesta. La música electrónica de Slow Magic fusiona relajantes instrumentos con percusiones extáticas. A veces usa los cambios estimulantes del deep house con mezclas ricas en creatividad. Es esa combinación entre la emotividad que llena el alma y el ritmo que llena la pista de baile. Puede ser lo que tú quieras que sea. Eso es lo importante.
Nuestro amigo imaginario ha mantenido al público cautivado desde su debut, Triangle (Lebensstrasse, 2012). El creador dice ser un gran perfeccionista por lo que le toma mucho tiempo hacer música. Es magia lenta por la cual vale la pena esperar. Casi tres años después, en octubre del año pasado reveló How to Run Away (Downtown, 2014), su segundo LP. No hay mejor nombre que éste ya que, en efecto, la música de Slow Magic es el escape perfecto. Aquí “Girls”, el primer single de su más reciente disco:
http://vimeo.com/104167770
Durante sus shows en vivo, el creador porta una máscara animal fosforescente. En su tienda en línea vende máscaras del mismo tipo, cuya luminiscencia reacciona ante el sonido. Como veremos en el Bahidorá, el misterioso Slow Magic toca los tambores como un maniático mientras se adentra en el público para celebrar un conjunto. "Él" en masculino porque, debido a su creciente fama y, a través de entrevistas, se sabe que es un hombre con una barba prominente y actitud reflexiva. Pero, ¿para qué indagar más? Lo mejor es respetar la intención del artista. La de mantener como única imagen ese amigo imaginario en la forma de un amistoso animal luminoso.
https://www.youtube.com/watch?v=FjKiKVK1U6s&spfreload=10
Slow Magic se presentará en el Carnaval Bahidorá que se llevará a cabo el próximos 21 y 22 de febrero en Las Estacas, Morelos.