19 Festival Internacional de Cine Judío en México: 'Siempre Contigo'
Durante 2020, la popular cantante Sia cotejó la controversia del entretenimiento con su película Music, un largometraje sobre la familia de una niña en el espectro autista. La película fue criticada por varias razones, pero principalmente por su representación del autismo, así como por las secuencias que muestran cómo el personaje autista observa el mundo. Las películas de ficción suelen tener problemas así, sus personajes autistas llegan a estar exagerados y poco investigados, lo cual resulta en una representación laxa de empatía e información certera.
El caso de Siempre Contigo es especial. Esta película representa el quinto esfuerzo del director Nir Bergman, escrito por la guionista Dana Idisis, cuya experiencia con el autismo es cercana: la historia está inspirada en la vida de su padre y su hermano, quien se encuentra en el espectro. En esencia esa es la historia de Siempre Contigo:
El padre de un chico con autismo debe dejarlo en un hostal con otras personas neurodivergentes, ya que su situación laboral es precaria y cada vez necesita más cuidados y atención. No obstante, entre conflictos con su hijo y su necedad por dejarlo ir, el padre opta por no llevarlo al hostal, mientras el espectador debate si es el hijo quien más necesita del padre o el padre quien más necesita del hijo.
Siempre Contigo cuenta con las actuaciones de Shai Avivi y Noam Imber en los roles protagónicos. Imber interpreta a Uri, el hijo en el espectro autista, y su talento frente a la cámara refleja también una experiencia particular, ya que el padre de este joven actor solía administrar un hogar para chicxs en situaciones afines, lo cual le daba una perspectiva informada.
La película maneja una situación de dificultad profunda con una delicada mano cargada de empatía, humor y complejidad, y esta dificultad está informada no sólo por el bagaje que cargan la guionista y el actor, sino también por las dificultades naturales que surgen al crear una historia con decisiones arduas, entre el deber y la familia o entre lo correcto y lo que dictan los deseos
Finalmente, Siempre Contigo es una agridulce historia sobre las dificultades de ser padre, los sacrificios y la ceguera ocasional que nos provocan los vínculos afectivos.
Sin exceder su sentimentalismo, pero cargando la emoción a flor de piel, Siempre Contigo recuerda que tomar decisiones es uno de los procesos más difíciles de la paternidad.