Fotos por: Micho Garrido / Ibero 90.9

El Corona Capital cierra su capítulo X y desde la revelación del cartel, el sentimiento de nostalgia estaba a flor de piel con headliners que no solo nos traen grandes recuerdos de ediciones pasadas sino que también nos traen memorias de nuestra juventud donde actos como The Strokes, Weezer o Franz Ferdinand musicalizaron nuestra etapa más querida, una que sin lugar a duda estuvo marcada por el sonido de los últimos 20 años. El empate de artistas es parte de la experiencia de un festival y ya entrada la noche del domingo, miles disfrutaron de los ya clásicos de Keane y Bloc Party, los adictos a la fiesta prefirieron bailar con Polo & Pan, y otros simplemente esperaron pacientemente la primera presentación de Billie Eilish. Mientras eso ocurría, cientos nos reunimos para el minúsculo e íntimo show de Sharon Van Etten quien era el acto encargado de cerrar el nuevo escenario SEAT.

Cada año el Corona Capital tiene entre sus filas a una mujer poderosa y de gran trayectoria. Hemos tenido la oportunidad de ver a las talentosas PJ Harvey, Angel Olsen, Courtney Barnett y si el capítulo X tenía entre sus headliners artistas con diez o más años de carrera, Sharon Van Etten era la perfecta adición a los grandes nombres del festival. Sharon regresa a los escenarios con nuevo material bajo el brazo, Remind Me Tomorrow (Jagjaguwar, 2019) un disco que escribió en el 2017 mientras estaba embarazada de su primer hijo y que, en esencia, habla sobre el rol de la maternidad y las dudas que le rodean frente a construir un mejor futuro para él en un mundo tan complejo, hacerle frente a sus deseos y no dejar que nada se interponga para lograr sus metas.

Desde su debut del 2009, Van Etten ha sido una artista totalmente abierta sobre sus emociones. De hecho, su trayectoria es un diario íntimo que utiliza para catalizar sus emociones y dar un cierre a las distintas etapas que va enfrentando y con 38 años la escuchamos más empoderada que nunca.

“I want to be a mom, a singer, an actress, go to school, but yeah, I have a stain on my shirt, oatmeal in my hair and I feel like a mess, but I'm here. Doing it. This record is about pursuing your passions”.

Con una potente y entrenada voz nos erizó la piel con las desgarradoras anécdotas que cuenta a través del micrófono, pero el Remind Me Tomorrow no solo significa una nueva etapa emocional para Sharon, también es una nueva faceta musical con un full band show y la inclusión de temas más melódicos y pegadizos como “Seventeen” y “Comeback Kid”. Además, la Sharon que conocíamos detrás de su fleco y guitarra se ha transformado: en esta nueva etapa ha explorado otros talentos como dejar su guitarra para cantar a lo largo del escenario e interactuar más con el público y el resto de su banda, aunque menciona que aún le pone un poco nerviosa qué hacer con sus manos.

La mayoría de las canciones que escuchamos son de su última producción, pero los más fans se dieron por bien servidos con “Every Time the Sun Comes Up” del Are We There (2014, Jagjaguwar) y para cerrar con broche de oro, Sharon entonó “Serpents” de su tercer disco Tramp. El acto en vivo de Sharon Van Etten ha evolucionado para reforzar su música; las armonías de voz con su tecladista Heather Woods Broderick le dan a las rolas un sentimentalismo más poderoso, acompañadas en ocasiones por un segundo teclado o sintetizadores a cargo de la misma Van Etten. Sharon es una de las artistas con más talento y potencial de su generación y con una presentación tan armada y desgarradora, sería un insulto llamarla novata.