QSi fuera la última vez que grito Gritaría al cielo sembrado en la tierra
Si fuera la última vez que grito
“Rukatuka”, SankinPankin
Intempestivo, violento, fulminante como el choque de dos bólidos, como un balazo en la sien o un navajazo directo en la tráquea, así suenan las reverberaciones que inclementemente escupe el SankinPankin. Habitantes de la caótica CDMX, Chino (bajo), Cuatro Litros (guitarra), Taco (voz), Klin Bebé (batería) y Lápiz (guitarra), son los entes desgarbados y malditos que sudan el bofe y le inyectan sangre fresca al Pankin.
Con un Demo bajo el brazo (SankinPankin, 2010) y el EP Ya valió verga de 2016. este quinteto de locos rola por el lastimoso asfalto de la ciudad en busca de ruido, caos, frenesí, pogo a tope y mucha diversión.
El punk y el hardcore se iniciaron como movimientos emanados desde la podredumbre de la sociedad, es decir en los barrios marginados, donde las ratas establecen su reino e impera la ley de la jungla. Irónicamente, la mente detrás de la estética punk, Malcom McClaren, tenía otra visión del naciente fenómeno: calculó concienzudamente la estética del movimiento.
Crestas, mohawks, mohicanas, estoperoles, cuero, mezclilla roída por innumerables batallas, botas de casquillo, parches con la clásica A (anarquía) y una actitud de valemadrismo aderezada con bravuconería. Características que remiten de inmediato al punk arquetípico: Sid Vicious. Pero: ¿de verdad así son los punks? No, al menos no todos.
https://www.youtube.com/watch?v=RQ4mMynwpDo
Malditos punks, arruinaron el punk. “El hábito no hace al monje”, el punk no es cuestión de ropa, garrearse puede cualquiera, la pose es asunto de masas, la actitud de unos cuantos. El punk sobrevive gracias a su indomable espíritu, a la convicción de sus ideales. Autogestión, DIY (do it yourself), contracultura, insurrección a los estándares del capitalismo, vivir al margen del nihilismo que arrasa a la sociedad hipermoderna.
Los SankinPankin producen ellos mismos sus canciones, generan espacios para dar a conocer la escena local (ChayitoFest, festival que abraza a la banda que le pega al hardcore y el punk, con diez ediciones a la fecha), son incorrectos, vigorosos y tocan de manera despiadada, vapulean sus instrumentos hasta hacerlos sangrar. El Demo, Sankinpankin, es un vendaval, diez minutos con treinta y seis segundos les bastó para machacar la cabeza de sus aguerridos seguidores, nueve cortes más un bonus track conforman este cóctel incendiario.
https://www.youtube.com/watch?v=Lf7fONm5T6k
“Soy el pecado” es un manifiesto que entroniza el valor de la razón por encima de cualquier culto religioso. Y así sucesivamente, cervezas banqueteras, pesadillas nocturnas, marginación, sangre, desmadre, la lucha cotidiana por sobrevivir en un medio hostil sin perder la razón y la perspectiva, recorren de los ojos de pescado a los piojos anidados en la cabeza del material.
En “Sankinpankin” lanzan unas letras que dejan clara la postura de la banda: Mantén tu espíritu rebelde positivo y toma el control, si en tus pensamientos pones límites obstruyes la razón. “
https://www.youtube.com/watch?v=Wj5K4JO96-Q
Ya valió verga (Doomsday Records, 2016) continúa el sendero explosivo, contestatario y nada complaciente que marcó el demo SankinPankin. Tamborazos apabullantes, guitarras mordaces y vertiginosas más alaridos guturales que parecen extraídos de alguna escena criminal. Si ya en su primer material se agradecía la premura interpretativa, aquí raya en lo fugaz, en una epifanía demoníaca que se colapsa inmediatamente.
Las letras que mastica y vomita como salvaje el Taco, van de la melancolía por los tiempos mejores, a las ganas por sobrevivir día con día en este valle de lágrimas: Nos gusta reír pero también hemos llorado. Queremos cambiar el mecanismo de las cosas para poder Vivir. ¡No! ¡solo! ¡queremos! ¡sobrevivir! No hay ninguna certeza en esta vida, sólo la muerte es segura (“Antes de morir”), el ser humano, despojado de su humanidad, camina como robot, no hay orden, no hay pilares sobre los cuales construir una nueva sociedad; hay crisis, desorden, hay, paradójicamente, nada: Ni orden, ni belleza, ni nada…
https://www.youtube.com/watch?v=HMFVOfutjOY
SankinPankin demuestra que con poco se arma mucho, que no hacen falta mastodónticas producciones o lirismos fantoches.
A lo lejos se escuchan los berridos: Antes de morir prefiero la muerte/ Siempre pienso en ti y resistiré/ sé que cada día es un paso a la muerte, el Pankin está en la casa. Los cuerpos se agitan, el pogo libera a la bestia que todos llevan dentro, ruido, furia, sudor mezclado con sangre, aroma de chela rancia y yerba envuelven el pandemónium... Ya valió verga. Sí, todos están vivos, la música, el baile, la violencia lo atestiguan.