Fieles a su tradición "retro", Panda Bear (Noah Lennox), y Sonic Boom (Peter Kember), llegan con un disco por demás interesante en un año en el sentido de aquella maldición en chino que dicta: "te deseo vivas en tiempos interesantes, que recibas las atenciones de los poderosos y que se cumplan todos tus deseos".

Reset, nombre otorgado a esta obra minimalista de corte electrónico y totalmente alternativa, está construída con nueve tracks sacados de una dimensión alterna donde Animal Collective, Spacemen 3, Pet Sounds y Phil Spector pudieran convivir al mismo tiempo en una ficción distópica para los cánones de esta dimensión, en la que ustedes queridos lectores y lectoras, existimos.

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En medio de atmósferas propias de "Big City", éxito de Spacemen 3 al inicio de los 90, o del aclamado álbum de Animal Collective, Merriweather Post Pavillion, la dupla Panda - Sonic, samplea puros y definitivos clásicos del ideario cincuentero y sesentero de la era dorada del R&B: los Drifters, las Chrystals, los Everly Brothers, los Troggs, Eddie Cochran, Randy and The Rainbows, las Shirleys, Ben E. King, o el mismísimo rey, Elvis Presley, se funden para crear un disco alucinante, hipnótico, denso. Un álbum que entre R&B, rockabilly y doo wop, las advertencias hacia los habitantes de nuestro tiempo son concisas e interesantes.

"Edge to the Edge", sencillo principal del disco, se acompaña de una impresionante sátira visual explícita, donde la tecnología de la información nos ha superado totalmente. ¿Cuántos likes se necesitan para ser felices? ¿Cuántos reels de TikTok se tienen que consumir por minuto para abandonar por completo la realidad? Cuestiones inevitables de pensar, adornadas por sonidos análogos de los viejos dispositivos electrónicos, sacados quizá de Kraftwerk y la melodía chillante de los antiguos módems que nos conectaban a Internet en el pasado.

El desencanto: en "Getting to the Point" cantan "soy una Coca Cola en el sistema… arroja la bomba". La incertidumbre: "los tiempos son difíciles… hay ocasiones en las que te he dicho que no puedo resistir… todo nos ha traído a ésto", dicen como un mantra en “Everything's Been Leading to This". En "Livin in the After", al ritmo de "Save the Last Dance to Me" de The Drifters, nos muestran una cierta rendición: "Ni siquiera quiero intentarlo y me deprimo, Y estoy pensando que podría no volver. Tengo que tomarme un día para pensarlo bien. Dame una noche para decidirme". Todos temas recurrentes que van en derrumbe junto con el ánimo del escucha.

En Reset –nombre en apariencia simple para un disco, pero que pudiera ser de un significado profundo en un tiempo donde la realidad se distorsiona, y presionar un botón supremo para reiniciar la vida pudiera ser una solución– hallamos una cierta resistencia de lo humano ante la máquina y la zozobra del presente. Una resistencia que se nota como múltiples dudas y sentencias ante un fin del mundo donde, seguramente, estaremos mirando interminables playlists de videos, vía YouTube, donde los gatitos y los perritos alivien nuestra ansiedad haciendo cosas graciosas.

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