Flying Lotus por: Betoques @aybetoques Son las 7:45 pm en el Centro Dinámico Pegaso, se percibe en el ambiente un acuerdo implícito de guardar terreno en el escenario León… todos queremos embarramos del hechizo Fly Lo’… Mientras ando estático y erizo viendo la pantalla-tragando los minutos, aparecen personas hermosas a mi lado. Intercambios de sonrisas por abrazos, agrupación de seres queridos-felicidad desbordada, bliss en tu idioma. Ya canalizada la máxima alegría, comienza Flying Lotus con el show de Layer 3. Como indica su nombre, el espectáculo está conformado por 3 capas:
1.- Telón/Pantalla de enfrente. 2.- Fly Lo’ en su equipo de sonido (laptop, akai y demás). 3.- Telón/Pantalla trasera.
a) Link “Layer 3” - https://www.youtube.com/watch?v=rbuQuvoc0YE#t=123
La calentada de la semana de su nuevo álbum You’re Dead! (Warp, 2014) se vio plasmada en el concierto, ya que Fly Lo’ arrancó el recorrido con pedazos del trailer. Comenzando con frecuencias inquietas que rascaban entre el two-step cargado de sonido Alpha Pup intoxicado, Fly Lo’ nos encaminó hacia un mood contemplativo-mágico con canciones como “Getting There” del Until The Quiet Comes (Warp, 2012) y su sampleo a la melodía de Clams Casino “I’m God” (Instrumental Mixtape, 2012).
b) Cover a cargo del productor y virtuoso BinkBeats - https://www.youtube.com/watch?v=XaeDh65mtzU
c) Link “I’m God” - https://www.youtube.com/watch?v=FJJ8hWDXWGs
Durante la sobrestimulación de imagen/sonido, hubo etapas más caricaturescas con tintes ácidos, ejemplo de esto fue la situación “Zodiac Shit” del Cosmogramma (Warp, 2010).
d) “Zodiac Shit” - https://www.youtube.com/watch?v=0ScYz9sNaQk
Aunque se haya tardado casi dos años en llegar a México, el espectáculo Layer 3, fue el ingrediente más importante del festival y sin duda disfrutado por todos los presentes. Cuando terminó Flying Lotus en el escenario León se sintió el bajón colectivo, ya no estábamos puestos en flylocibina… ya nada en el Ceremonia iba a poder compensar esa sensación ni experiencia.
Tyler, The Creator por: Re Esteva @subhigh Tyler, The Creator es todo un personaje en el mal sentido de la palabra... y también en el buen sentido. Acompañado por Taco Manziel y Jasper Dolphin –ambos parte de Odd Future– como apoyo en los beats y voz, Tyler le dejó ver a los “motherfuckers” en Ceremonia que igual que es retador, perturbador y talentoso en sus videos y en Internet, también lo es en sus shows. Y como con todo lo demás, parece que Tyler se los toma muy a la ligera y muy en serio a la vez. La parte que se toma a la ligera es la de hacer lo que le da la gana en el escenario: lanzar botellas de agua con tanta fuerza que sin problema podrían descalabrar a alguien y subir a una mujer con él al Escenario León para que le ordene a todos qué hacer (burn para los que dicen que es misógino). En fin, entre liberar enojo, bailar y enloquecer con tracks como “Tamale” y “Yonkers”, el show de Tyler, The Creator en Ceremonia se puede resumir en una anécdota que de hecho, sí sucedió: una persona le ofreció algo a Tyler y su respuesta fue algo como esto: “–Is that a banana? You offering me a banana? Ohhhh nooo…. It’s a TAMALE!!!!–” Acto seguido, la gente explota en gritos.
Tycho por: Re Esteva @subhigh Tycho, en pocas palabras, fue el atardecer que nunca sucedió en Ceremonia. Bien conocido por la calidad de sus visuales, Scott Hansen (también conocido como ISO50) presentó un show místico y zen que unificó de manera perfecta dos elementos. El primero, las sencillas imágenes que se presentaban en la pantalla –entre ellas una animación de la portada de Awake (Ghostly International, 2014), su álbum más reciente– y el segundo, tracks difusos/somníferos como “L”, que por cierto es parte del soundtrack de un videojuego igual de surrealista titulado Hohokum.
Con un live show de otros tres integrantes que según Scott son absolutamente necesarios para que él no enloquezca con tres instrumentos a la vez, Tycho fue una de las verdaderas joyas de Ceremonia 2014. Aunque la música en sí quedaría mejor en alguna de las pocas escenas tranquilas de algún juego como Halo, ver a Tycho en el Escenario Ceremonia rodeado de nubes grises, un sutil atardecer que apenas se alcanzaba a ver y visuales trippy/geométricos, fue toda una experiencia delirante que llevaba directo a otra dimensión.
Teophilus London por: Mako @makowww El neoyorquino salió puntual a dar cátedra religiosa en el Escenario Ceremonia acompañado de un baterista, el más simpático que he visto en mi vida, y un DJ con aires de Will Smith. Las pocas personas que estábamos viendo al nacido en Trinidad y Tobago bailamos y cantamos canciones de su primer álbum Timez Are Weird These Days (Reprise, 2014) como “Wine and Chocolates”, “Last Name London” y “I Stand Alone”, y brincamos y twerkeamos con canciones que vendrán en su próximo álbum titulado VIBEZZ. Teophilus London es la muestra de que un acto en vivo de hip hop puede convertirse en un rave. ¡Grande Teophilus!
Suuns por: Alonso Salamanca (@Brolonso) El segundo acto del Escenario León no demoró. A pesar de la enorme cantidad de pedales y sintetizadores análogos, pads y otros artilugios intrincados, la música de Suuns sonó impecable: una muy alta definición que sacó lo mejor del equipo sintético y las mezcladoras, ante una audiencia sorprendentemente numerosa aunque se tratase de una banda experimental.
Los cuarenta minutos que Suuns estuvieron en el escenario, interpretando su característica fusión entre techno, rock industrial y drone, fueron suficientes para generar una paradoja visual-auditiva insólita: por unos momentos existió una convivencia armónica entre la confusión y la sorpresa que se hicieron presentes en las pláticas y exclamaciones del auditorio durante el set del cuarteto de Montreal. Sin duda, algo que puede apreciarse como valioso, sobre todo viniendo del contexto del festival. Sin duda, una actuación memorable en donde, además, se pudo disfrutar de las canciones más conocidas de la banda, desde el crudo y deconstructivo sencillo "2020", hasta una versión extendida y extremadamente bailable de "Sunspot", ambas provenientes de Images du futur (Secretly Canadian, 2013), su álbum más reciente.
How to Dress Well por: Alonso Salamanca (@Brolonso) Mientras el Festival Ceremonia se desarrollaba con éxito hacia un atardecer grisáceo, fue el turno de uno de los actos más esperados para tomar la palabra. Como si fuera parte del discurso súper-elocuente que maneja Tom Krell (la figura detrás del acto de R&B contemporáneo How to Dress Well) tanto dentro como fuera de los reflectores, el cielo comenzó a adquirir tonalidades más matizadas. A la gente que esperaba desde el inicio a Krell se sumó la que venía de ver a Ty Segall en el Escenario León y, pocos minutos después, empezó la fiesta.
Lejos de simplemente haber sorprendido a la audiencia, How to Dress Well dió una presentación que exigía (y recibió) la completa atención e inmersión del público a través de la yuxtaposición de lo simple y lo complejo; lo tangible y lo subjetivo. La extraordinaria voz de Tom Krell, a través de dos micrófonos distintos (uno sin y otro con mucho echo) hacía una fusión impecable con las secuencias y patrones que sus músicos interpretaban de forma precisa en un teclado, guitarra, batería y controladores electrónicos diversos. Algunos de los highlights fueron la interpretación de “Repeat Pleasure”, uno de los sencillos de su nuevo álbum, y la vuelta de una de las canciones más aclamadas de su álbum debut homónimo, “Suicide Dream I”. Un momento perfecto para una presentación extraordinaria de uno de los actos más interesantes en lo que va de la historia del Festival Ceremonia.
Unknown Mortal Orchestra @ Ceremonia por: María José López @M_X_J A las oportunas 4:20 PM, Unknown Mortal Orchestra tomó el Escenario León del festival Ceremonia, bajo un inesperado sol color ocre. Un guitarrista, un bajista y un baterista desaliñados intentaron entretener con psicodelia y estática a un público colorido y disperso y, desafortunadamente, fallaron. UMO interpretó un setlist dividido 50/50 entre sus álbumes Unknown Mortal Orchestra y II, con la desidia y flojera que caracteriza al sonido de esta banda neozelandesa-americana. Cada elemento musical sonó aislado y fuera de sintonía con el resto: una primera inspección al problema sugeriría la siempre socorrida excusa del audio de festival pero, tomando en cuenta el éxito de bandas como Ty Segall y Suuns en aquel escenario y, sobre todo, la eventual pero tardía mejora de UMO como conjunto, es evidente que la falla radicaba en la banda.
No ayudó que, durante los 50 minutos de set, dos drones con cámaras montadas distraían a los asistentes con regalos que soltaban desde el aire. Este sábado en el Ceremonia, el clima imprevisto, actividades ajenas y una banda en disonancia conspiraron contra las expectativas que muchos teníamos para la presentación de la hype machine Unknown Mortal Orchestra.
Clubz por: Ricardo Marín @reecardough Clubz se promociona como una banda de electropop, pero en su setlist ofrecieron esa carga experimental, muy gustosa, que siempre se agradece en cualquier acto inesperado. Si uno escucha los hits de Clubz (como “Golpes Bajos” o “Intento”) sería fácil verlos con la expectativa de un toquín bailable y movido, pero Clubz más bien apunta hacia la contundencia y éxtasis introspectivo. Es con canciones como “Celebrando” o “Visiones” —interpretadas de manera muy emotiva— que lograron impactar a los pocos asistentes que los veían en el escenario Ceremonia. El dúo regiomontano ofreció un setlist atmosférico donde la carga de elocuencia se hizo muy presente, y los asistentes —envueltos en una capa de ensueño— se dejaron llevar por un par de tipos vestidos de negro, pero de porte muy sencillo.
L-Vis 1990 vs. Kingdom por: Betoques @aybetoques Como era de esperarse, el escenario Vans “Off The Wall” albergó al puñado de necios que se negaba ir a lo demás del Ceremonia o regresar a la ciudad. Para el acto encargado del cierre en aquella carpa ovalada, se llevó a cabo un back-to-back bastante prolongado y prendido de L-Vis 1990 con Kingdom. Cumpliendo con lo asumido, el showcase/versus Fade To Mind contra Night Slugs contó con muy poca presencia de personas. La gente se iba y regresaba, la mayoría de los casos era para tantear el “coto-rave” del campamento Roswell o para ir por comida al paraíso food truck. Mientras apenas podía sostenerme de pie, me chuté rounds intensos y creativos en los que la mayoría de las veces Kingdom prevaleció aún sin su empleo de técnicas tan trabadas como las que hacía L-Vis 1990 en el mixer y la torna. El versus comenzaba con alguno de ellos soltando pedazos de percusiones, bajos y en ocasiones voces hasta que lograran construir un sonido que después dejarían que su “oponente” continuara, y con suerte superara. Entre las selecciones de fragmentos se escuchaban elementos de canciones como “Stalker Ha” Dream EP (Fade To Mind, 2011) y “Reminder (L-Vis 1990)” del Southside Remixes (Night Slugs, 2012) que fueron entrelazados con sampleos de instrumentos… un cóctel midi… Ambos ofrecieron una clara demostración de su capacidad como directivos de disqueras y miembros de una “escena” para los ansiosos que estuvimos presentes. La no-batalla fue un exitoso váyanse-a-su-casa: ya estaba de más seguir la madrugada.