Tras dar algunos conciertos por el mundo, entre ellos su presentación en México en el Corona Capital 2015, Primal Scream lanzó Chaosmosis, una producción grabada en Estocolmo bajo la tutela de Ignition Records y la co producción de Björn Ytlling (Peter Björn and John). El título del álbum es una referencia al libro del mismo nombre, del filósofo y psicoterapeuta Félix Guattari, donde se argumenta que la subjetividad humana está determinada por fenómenos fuera de las facultades del alma, específicamente en el lenguaje, los medios de comunicación y la tecnología.
Bobby Gillespie y compañía usan esta analogía en una reinvención de la banda, iniciada con su anterior trabajo More Light (Ignition Records, 2013), que invita a un pop electrónico con letras oscuras y llenas de energía. La apertura en compañía de Haim en “Trippin’ On Your Love” engancha de inmediato con un riff que hace alusión a Happy Mondays en su canción “Step On”, además de sonidos que parecen sacados del Scremadelica (Creation, 1991). En el segundo track “(Feeling Like A) Demon Again” la energía dance sigue, ya que usaron un synth pop pulsante al estilo Kraftwerk.
En un pasaje más profundo, “I Can Change” recorre un sonido más espiritual e introspectivo de la vida de Gillespie y sus adicciones. “100% Or Nothing”, otra vez con el apoyo de Haim, retoma la energía en un explosivo dueto de repetitivos coros que abren paso al momento más liberador del disco en la balada “Private Wars”, donde con un sonido acústico y la compañía de Rachel Zeffira (Cat’s Eyes), Gillespie plasma esas batallas que libra en su interior.
La intensidad vuelve a su cauce en “Where The Light Gets In” en colaboración con Sky Ferreira, donde la californiana toma el rol de diva en un electro pop que acerca a la banda a nuevas generaciones, mientras que a otras las hace comparar este dueto con el que tuvieron en “Some Velvet Morning” al lado de Kate Moss en 2003.
https://www.youtube.com/watch?v=JC77NtzW7U4&ab_channel=PrimalScreamVEVO
“When The Blackout Meets The Fallout” nos lleva por un ritmo más acelerado y agresivo que nos aterriza en la sintética “Carnival Of Fools”, en un especie de sonido que coquetea con el krautrock. Manteniendo la línea retro “Golden Rope” prende con guitarras setenteras al estilo de los Stones y pegadizos coros proclamando “hallelujah!”, mientras que “Autumn In Paradise” cierra el disco, con un sonido al estilo New Order en una atmósfera de dance alternativo.
El undécimo disco de los escoceses se aleja un poco de la psicodelia para coquetear con un pop de calidad lleno de luminosidad, que viaja hacia un realismo depresivo eufórico, resultado de 35 años de carrera.
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