Después de haber conseguido su último título en el 2013, el pasado domingo los Boston Red Sox se coronaron campeones de la MLB por novena vez en su historia. En esta edición de la Serie Mundial los medias rojas se enfrentaron a Los Angeles Dodgers quienes llegaban por segundo año consecutivo a las finales, habiendo perdido el año pasado contra los Houston Astros. Los Red Sox consiguieron terminar la temporada como el sembrado número uno en la conferencia del este y no solo durante la temporada regular, si no en playoffs se vieron superiores a todos sus rivales. La serie mundial frente a Los Dodgers no fue la excepción ya que los bostonianos consiguieron el campeonato en tan solo 5 juegos (4-1).

Los dos primeros duelos de esta serie se jugaron en el Fenway Park en Boston y las actuaciones de jugadores como Mookie Betts, David Price o Craig Kimbrel lograron que los locales se llevaran dos victorias con marcadores de 8-4 en el juego 1 y 4-2 en el juego 2.

**Max Muncy después de conectar un imparable. Foto vía USA Today**

Posteriormente, los equipos se trasladaron a la ciudad de Los Angeles y en el Dodger Stadium se tuvo un juego 3 que sobrepasó las expectativas de los aficionados y fue sin duda alguna el juego más atractivo de toda la serie. Este tercer enfrentamiento tuvo una duración de 7 horas y 20 minutos lo cual lo convirtió en el partido más duradero en la historia de los playoffs de la MLB. Hubo más de 560 pitcheos, 118 bats usados, 46 jugadores diferentes entre los cuales figuran 18 pitchers, todo para que en la 18va entrada, Max Muncy consiguiera un home run que le diera la victoria a Los Dodgers con un marcador de 3-2.

**Steve Pearce. Foto vía Midland Daily News**

El cuarto y quinto juego también se jugaron en el Dodger Stadium en Los Angeles y todo parecía que el equipo local iba a poder mantener el buen paso y nivelar la serie pero no fue así. Después de dejar ir una ventaja de 4-0 en el cuarto partido, los Red Sox consiguieron dar la voltereta y ganar 9-6 gracias a una fenomenal actuación de Steve Pearce.

El quinto juego solamente fue de trámite ya que unos desmoralizados Dodgers poco pudieron hacer para evitar la derrota 5-1, otra vez con una gran actuación de Pearce. Desde la primera entrada los medias rojas tomaron ventaja y la fueron incrementando en la 6, 7 y 8va entrada para así vencer a su contrincante y convertirse en campeones de la máxima liga de baseball en el mundo. El premio de reconocimiento al jugador más valioso MVP de la serie fue para Steve Pearce .