En la década de los noventa, mientras en México se añadía un número a los teléfonos y se quitaban tres ceros al peso, en los Estados Unidos dominaba la música alternativa, y en específico el grunge. Aún hoy es difícil definir a qué sonaba el grunge: Pearl Jam tenían inclinación hacia el rock sureño, Nirvana era una banda de punk y Soundgarden eran metaleros. Pero a la industria le gustó el término para agrupar en una etiqueta a las bandas salidas de Seattle, Washington, y de paso crear una moda. De manera conveniente, en un periodo de 42 días, entre agosto y octubre de 1991, estas bandas lanzaron tres álbumes clave para consolidar este "nuevo sonido": Ten, Nevermind y Badmotorfinger, respectivamente. https://www.youtube.com/watch?v=iUteENfFhGs
https://www.youtube.com/playlist?list=PLja1EMQNW5ePsswhaYRNIK3P7I5LOxux5
https://www.youtube.com/watch?v=14r7y6rM6zA
Otras bandas más antiguas del estado de Washington ―Melvins, Screaming Trees y Mudhoney―, quedaron asociadas al movimiento, como sus precursoras. Algunas incluso cambiaron su estilo para sonar vigentes, como Alice in Chains, que dejó atrás su hard rock. Hubo también bandas que tenían poco que ver con ese sonido, pero que fueron incluidas en el paquete, como Blind Melon. Pronto, los guitarrazos y las voces ásperas comenzaron a expandirse: en San Diego aparecieron los Stone Temple Pilots, de Australia salió Silverchair y México tuvo su representación con Radio Kaos. Por supuesto, hubo un lado femenino, encabezado por L7.
Parecía que el grunge había llegado para quedarse… pero nada es para siempre. Algunas bandas se bajaron del vagón del grunge para desarrollar un estilo propio, como Stone Temple Pilots, y eventualmente, Pearl Jam. Mark Lanegan dejó Screaming Trees para contribuir a alimentar el ego stoner de Josh Homme. Pero sin duda, lo más triste ha sido el deceso de los cantantes que dieron rostro a los noventa: Kurt Cobain (1994), Shannon Hoon (1995), Layne Staley (2002), Scott Weiland (2015) y este pasado miércoles 17 de mayo, Chris Cornell. A veintiséis años, entre cambios de estilo y fallecimientos, ¿qué queda del grunge en 2017?
Los icónicos Pearl Jam siguen juntos, y son los únicos de ese núcleo medular cuyo vocalista se mantiene vivo (Eddie Vedder). Dos de las bandas que ya existían antes que el grunge fuera comercializado como estilo, permanecen activas: los indómitos Melvins ―mentores de Cobain―, encabezados por Buzz Osborne y Dale Crover, experimentan alejados de convenciones, desconciertan a propios y extraños, pero siempre son interesantes. Por su parte, Mudhoney, de mano de sus dos guitarristas Mark Arm y Steve Turner, lanzaron en 2013 su noveno álbum de estudio, Vanishing Point, y siguen dando conciertos en excelente forma. Finalmente, Mark Lanegan ―ex Screaming Trees, ex Queens of the Stone Age―, mantiene una carrera solista decente, más cercana al folk y el blues.
https://www.youtube.com/watch?v=6BkMifNY3pY
Han aparecido grupos denominados post-grunge, pero si el lector de este artículo sabe lo que le conviene, deberá mantenerse alejado de ellos. Nickelback, Creed, 3 Doors Down son buenos/malos ejemplos. Con el transcurso de los años, el grunge será recordado con una nostalgia similar a la psicodelia de los sesenta, idealizado y representativo de una década. Las camisas de franela, la película Singles y los videoclips que se transmitieron en Music Television, siempre estarán ahí para evocar gratos momentos.
https://www.youtube.com/watch?v=T0_zzCLLRvE