Proyección especial de 'Somos Lengua' dentro del festival Kinoki 2017

Entre desaparecidos, violencia, corrupción e impunidad, un país como México es escenario de injusticias y la constante lucha por salir adelante. Frente a una realidad que se aproxima al absurdo, un pueblo despojado de su voz recurre a una forma para expresarse y sobrevivir: el rap. Eso es Somos Lengua (2016). Cinta documental realizada por Kyzza Terrazas (director mexicano que nació en Nairobi), producto de años 3 de rodaje, edición y refinación. Cuenta con una corrida en festivales exitosa, se proyectó en el Festival Internacional de Cine de Morelia y en la Gira de Documentales Ambulante, entre otros. Ahora, Somos Lengua se presenta en el marco del Festival de Cine Universitario Kinoki.

El documental tiene sus orígenes en la intención de Terrazas para realizar un largometraje de ficción protagonizado por un hiphopero. Durante el proceso creativo, el director conoció a Feli Dávalos, ex-locutor del ahora extinto Scratchamama de Ibero 90.9. Con esta nueva relación, la idea original se transformó en capturar la escena underground del hip hop en México, a la cual Feli tenía la llave de entrada.

https://youtu.be/xfNgaXrwrZ0

Si bien, a primera impresión, el documental retrata la forma en la que los raperos utilizan el lenguaje, la métrica y la rima para expresarse; Somos Lengua es mucho más que un documental sobre música, es una fotografía de la cotidianidad y los problemas contemporáneos de México.

Una realidad nacional englobada por temas como la violencia, la pobreza, la inequidad de género y las injusticias. Una forma de vida ante la cual un pueblo reprimido encuentra su voz a través del micrófono y el sonido de los scratches del vinilo. La configuración de la cartografía musical de nuestro país. Desde la Ciudad de México hasta Monterrey, pasando por Aguascalientes y Torreón, más de 30 raperos que aparecen en Somos Lengua comparten una cosa en común: el rap como mecanismo de supervivencia.

Kyzza y su equipo creativo logran enganchar a la audiencia. El ritmo del documental es dinámico y fluye de la misma manera en la que lo hacen las rimas de los MC. La combinación de la cinematografía y la música es eficaz al momento de contar la historia, cada pieza encaja en su lugar. La integración de elementos de animación y audio amplifica el impacto de las historias y rimas que salen de las bocas de los raperos.

Es un documental bien armado, donde los personajes pintan una realidad violenta y fuerte a través de sus palabras. Una muestra de que el rap es necesario para entender las diversas realidades que se viven en México, violento por momentos, de origen marginal y con aspiración al brillo del oro. Es la radiografía de un país dañado y marginal, en el cual es necesario el rap para comprender la realidad y perdurar. Como uno de los personajes expresa en un tatuaje: escribo para que la muerte no tenga la última palabra.

https://youtu.be/WcyqzYamSFc

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